"Mientras estaba mirando distraídamente el resplandor del mar al atardecer, comencé a sentir una extraña presión en el cerebro, como si una mano amorosa me acariciara deliciosamente la nuca y me atravesara el cráneo. Me sentí impregnado con la comprensión de nuestra relación con lo que otros llaman "Dios" sin tener idea clara de lo que significaba la palabra. Este acontecimiento cambió todo el curso de mi vida."

Muz Murray
Tomada de la revista Año Cero, número XXVII, página 14