"En toda especulación egipcia subyace la creencia de que el tiempo se compone de ciclos repetidos que son marcados por los dioses: el día, la semana de diez días, el mes, el año —incluso los períodos largos—, establecidos de acuerdo con las conjunciones del sol, la luna, las estrellas y la inundación. En esencia cuando el Fénix manifestó el grito primigenio, inició todos los ciclos, de manera que es el patrón de todas las divisiones de tiempo, y su templo en Heliópolis llegó a ser el centro donde se regulaba el calendario. Como heraldo de cada ciclo nuevo, el Fénix llegó a ser el mensajero de buenas nuevas. Durante el Reino Medio el pájaro Bennu llegó a ser el «alma» de Osiris…"

R. T. Rundle Clark
Myth & Symbol
Tomado del libro La cámara secreta de Robert Bauval, página 145


"Los egipcios tuvieron dos ideas sobre el origen de la vida. La primera era que emergió de un dios, fuera de las Aguas Primordiales; la otra era que la esencia vital, Heka, fue traída desde una fuente mágica lejana. Esta última se refiere a la «Isla de Fuego», el lugar de luz infinita más allá de los límites del mundo, donde nacieron los dioses, recibieron la vida y fueron enviados al mundo. El Fénix es el mensajero principal de esta tierra inaccesible de dioses… Así pues, el Fénix vino de un mundo tan lejano de vida eterna… para aterrizar, al final, en Heliópolis, el centro simbólico de la tierra, donde anunciaría una nueva era…"

R. T. Rundle Clark
Myth & Symbol
Tomado del libro La cámara secreta de Robert Bauval, página 145