"… todos los actos mágicos… están autorizados e incluso efectuados por el poder de Dios al actuar a través de sus ángeles y espíritus que moran en el mundo sublunar, el cual se encuentra en las esferas celestiales; estos ángeles y espíritus son los seres más altos a los que el hombre puede alcanzar y que pueden intervenir en la tierra. En esta purificación celestial se encuentra la principal diferencia conceptual entre la magia clásica y la del Ghayat (Picatrix). El objetivo aparente de una rama de la magia celestial es hacer que estos espíritus celestiales bajen a la tierra e inducirlos a entrar en el objeto material (un talismán) y que en seguida pasa a tener poderes mágicos bien definidos… Normalmente el ritual es realizado en un momento determinado por la astrología; en su forma más avanzada, la teoría es que solamente en tales momentos el rayo del cuerpo celestial penetra directamente en el talismán, permitiendo viajar junto con él al poder celestial…"

David Edwin Pingree
Journal of the Warburg
Tomado del libro La cámara secreta de Robert Bauval, página 215