¿Amaste bien lo que tan rápido dejaste?

"¿Amaste bien lo que tan rápido dejaste?
Vuelve a casa y abrázame y sácame
este dolor de estómago, de cabeza, de corazón.
Nunca alcanza. Nunca fui despojada
completamente. Las noches de invierno a la deriva
oscurecen la ventana. Ni una sola palabra hará
que vos, donde sea que estés, te entregues al día o te despiertes
de tu noche hacia mí. El único regalo
que tuve fue mantener o dar lo llorado,
compuertas para el luto de los muertos
posibilidades, para el fin de ser joven, 
para todo lo que amé y realmente murió
Bebí nuestro único año con sal en vez
de miel de las estaciones de tu lengua."

Marilyn Hacker



Noticias matutinas

"La primavera lleva el olor de los gases del colectivo, del pan
y las papas fritas, puntas verdes en las ramas,
repite noticias viejas: arrogancia, ignorancia, guerra.
Una pared de ladrillos de cemento compartida por dos casas
es un nuevo escombro. De un lado estaba la pileta
de la cocina y una alacena, del otro estaba
la cama, la biblioteca, enmarcadas tres fotografías.

El vidrio está destrozado sobre las fotografías,
dos medios círculos de pan de pita endurecido
posados en la alacena.  Había provisoriamente
refugio, un camión de plástico bajo las ramas
de una higuera. Un cuchillo brilló en la cocina,
picando ajo simplemente. Las máquinas de la guerra
se acercan inexorablemente a ciertas casas

mientras los ciudadanos están sentados a salvo en otras casas
leyendo el diario, sus fotografías
dan excusas saneadas para la guerra.
Hay innumerables tipos de pan
traídos desde las panaderías, horneados en la cocina:
la fecha, la latitud, di cuál de ellos
dejó caer el niño bajo las ensangrentadas ramas.

Las descontroladas y múltiples ramas
de la posibilidad infiltran las paredes,
los marcos de las ventanas, los techos de las casas. Donde había
una torre, un pueblo, ceniza y cables quemados, un gráfico
en una lejana pantalla de computadora. En otra parte, la mesa
de una cocina se abre, los niños criados
para bifurcarse en nuevas vidas fueron eliminados por la guerra.

¿Quién vistió este vestido fruncido y almidonado? ¿Quién vistió
esta camiseta con la insignia de la rama local
del equipo de fútbol del distrito? ¿Quién dejó este pan negro
y este chato pan dorado en sus casas abandonadas?
¿El padre de quién rogó por piedad en la cocina?
La memoria de quién encuadrará la fotografía
y usará la memoria por lo que

nunca se supuso sería para esta niña, esa anciana, quien fue
sorprendida en un campo de batalla, cerca de la ventana: guerra,
animada a través de la pena una fotografía
revive. (¿O fue el equipo una rama encubierta
de un grupo perseguido; los mapas dibujados en la cocina,
una bomba incrustada en una barra de pan hueca?)
¿Por qué rezaron los viejos en sus templos
los maestros enseñaron en sus escuelas
entre apagones y explosivos, cuando cada palabra era
desollada por una nueva censura, los libros canjeados por pan,
ambos rehenes del suceso de la guerra?
A veces la única aula es la cocina.
Fuera de la ventana, golpes negros en un gráfico
de vidrios rotos, los pájaros se alinean en desnudas ramas.

“Esta carta se curva, ésta extiende sus ramas
como amigos tomados de las manos afuera de sus casas”.
¿Se detuvo la lección por el tiroteo? ¿Hubo
pánico, silencio? ¿Una fotografía rasgada
todavía reúne a los niños en la cocina del maestro?
¿Están allí aprendiendo meticulosamente la guerra,
lecciones con los signos para casa, libro, pan?"

Marilyn Hacker



Pantoum


"Dijo la vieja que apenas hablaba el idioma:
La libertad es un sueño, y no sabemos de quién.
Dijo el insurgente que ahora estaba en el exilio:
Cuando comencé a escribir la historia, empecé a sangrar.

La libertad es un sueño, y no sabemos de quién,
ese hombre que vi por última vez hablando frente a la torre del reloj
¿cuando comencé a escribir la historia? Empecé a sangrar
cinco años después de saber que yo no tendría más niños.

Ese hombre que vi por última vez hablando frente a la torre del reloj
dobló por una esquina anónima y desapareció.
Cinco años después de saber que yo no tendría más niños
mi hijo mayor fue llamado al ejército,

dobló por una esquina anónima y desapareció.
Mi sobrino, mi mejor amigo, mi segunda hermana
cuyo hijo mayor fue llamado al ejército,
ahora están buscando trabajo en otros países.

Su sobrino, su mejor amigo, su hija más joven,
un médico, una actriz, un ingeniero
ahora están buscando trabajo en otros países
tropezando, desilusionados, con otro idioma.

Un médico, una actriz, un ingeniero
luchan con los rudimentos de la gramática,
desilusionados, tropezando con otro idioma,
odiando su suerte y sabiendo que son afortunados.

Luchando con los rudimentos de la gramática,
la vieja que apenas habla el idioma,
odia su suerte. Sé que soy afortunado
dijo el insurgente que ahora está en el exilio."

*Pantoum es un estilo de versificación de origen malayo, popularizado en Occidente por Víctor Hugo. Consiste en una serie de cuartetos en los que el segundo y cuarto verso de cada estrofa se reproducen exactamente en el primer y tercer verso de la siguiente.

Marilyn Hacker




"Todos piensan que van a escribir un libro de poemas o una novela."

Marilyn Hacker



Una ristra de ajos

"Las mujeres maduras hacen el duelo mientras van al mercado,
compran pescado, higos, tomates, suficiente para
alimentar hoy al lobo dormido bajo la mesa
¿quién despierta de qué sueño?

¿Pero qué pérdida retorna con la estación que cambia?
Él está muerto, a quien, atrevida, llamé un hermano
con aquella vida restante colgada de su hombro
graznando partida.

Él hizo una última tirada de dados. Conoció su
último, mejor interlocutor días antes de
acostarse para la cirugía que podría/no podría
prolongar la apuesta.

Lo que dijeron les pertenece. Ahora un hijo escribe
elegías, a pesar de que tiene un padre vivo.
Uno ama el té de salvia, uno le dio al mundo el aroma del
café de su madre.

La luz se ha reducido a lo que era en Abril,
progresivamente se reducirá de vuelta al invierno.
No puedo llamar “exilio” a mis peregrinaciones,
pero cuentan las mañanas.

En una canasta colgada de la pared, su asa
adornada con flores de tela de las cajas de chocolate,
escalonias con manchas moradas, y enlazada a su lado
una ristra de ajo.

Recuerdo, diez días después de un cumpleaños
(contrapunto y luz de vela en la copa de vino),
cómo los dedos de la radióloga
examinaron, sin acariciar.

Entonces, repetición (lo que no fue llamado una “recurrencia”)
de un rito de pasaje de hace quince años:
Llegué, entorpecida por el exceso de equipaje,
con cicatrices, al umbral.

A través  del templado sol de invierno en Febrero,
dos o tres veces semanalmente hacia Gobelins, el
hospital geriátrico donde mi amiga estaba
tratando el nervio de su espalda.

Al final de pruebas elegantes y letras,
incoherentes duendes furiosos en pañales.
Frágil y efímera es toda belleza:
el espíritu humano

mientras la ex periodista observaba, tomaba notas y
estupefacta, agasajó a sus visitantes con reportajes
de la zona de guerra en la que fue incorporada,
haciendo tiempo allí.

Ahora en nuestras vidas restantes, brindamos por nuestras
memorias y continencia. Tengo cicatrices donde
había senos, los nudosos dedos de ella, estos días, apenas pueden
sostener el bolígrafo.

Miles hacen el duelo por él, mientras el silencio y el murmullo del
soporte artificial para fallo orgánico múltiple,
soledad absoluta, equilibra las alas escarlatas que
aletean, y se esfuman."

Marilyn Hacker