“A mí, por ejemplo, siempre me ha interesado la moda, la alta costura, y la alta costura se hace por medio de detalles, los detalles son importantísimos en la moda, se hace a partir de ellos. Por otro lado, yo empecé mi aprendizaje como reportera despistada al lado de una fotógrafa, Susan Misellas, y para los fotógrafos realmente las conferencias de prensa no valen nada porque no hay nada que ver. Uno tiene que llegar al sitio donde hay algo que ver.”

Alma Guillermoprieto
Letras Libres, 2011



"Al igual que aquel álbum de los Beatles, el impacto de Buena Vista Social Club comienza en la portada. Lindísima, sorprendente pero no desconcertante, no se parece a ninguna. Las fotos de carátula y contraportada muestran las calles extrañamente solitarias del centro de La Habana: unos cuantos transeúntes pasan al lado de automóviles de otra época, encallados ahora en el presente cubano. Un hombre muy negro, enjuto y entrado en años, se acerca a la cámara sin prestarle ninguna atención. Tiene el atuendo y la actitud del típico chévere (ser jactancioso que se distingue por su habilidad para ganarle al destino). Arruinado pero airoso, su caminar llama respetuosamente la atención a su boina y sus zapatos blancos (no importa que el calzado sea de lona y no de cuero), el cigarro que lleva en perfecto equilibrio entre los labios, y su swing. La fotografía, hermosa en sí misma, nos permite descifrar otro motivo fundamental del éxito del Buena Vista Social Club. Al ver esa imagen nos sorprende y atrapa el corazón la nostalgia por algo que no sabíamos que nos faltaba. Ese algo es Cuba.
Los interesados pueden seguir el desarrollo artístico de la música popular cubana en una compilación de dos discos compactos. En los diez o veinte años que separan al primer disco del segundo, la técnica de los músicos populares cubanos, así como su visión del mundo y de su propia música, evolucionó de lo folklórico a lo cosmopolita. Tocaron las canciones y absorbieron las lecciones del compositor Ernesto Lecuona, quien tenía formación clásica pero también los había escuchado a ellos con minuciosa atención. Viajaron a Nueva York y encontraron la forma de atravesar la barrera del lenguaje. Escucharon jazz e incorporaron su configuración de instrumentos y de arreglos. Por último, en los antros de placer de La Habana, frente a la multitud de parejas que danzaban en un éxtasis casi narcótico, sintieron la dicha de ser grandes entertainers — esa categoría de artista que se dedica a provocar euforia en su público. Los músicos cubanos aprendieron a soñar con ese público tal y como desde entonces nosotros hemos aprendido a soñar con ellos, arrobados y anhelantes."

Alma Guillermoprieto
Los placeres y los días


"América Latina ha cambiado y mucho. Yo antes quería revolucionarios, hoy me conformo con que sean decentes. No más."

Alma Guillermoprieto



“Con frecuencia me decepciono de mis textos.”

Alma Guillermoprieto


"El pasado es otro país."

Alma Guillermoprieto



“Empiezo a sentir un poco que adivino lo que va a pasar, pero llevo 30 años en esto, sería duro que después de quince años me hubiera sucedido lo mismo. Yo creo que el periodista no pierde la capacidad de sorprenderse si se queda el tiempo suficiente en una situación porque superficialmente siempre ocurre lo mismo, pero cada vida es diferente y hay que descubrirla. Gran parte de la obligación de los periodistas es enseñar a ver. Hay que buscar lo que no está viendo la gente.”

Alma Guillermoprieto
El Universo, 2011




“Entre las cosas que nunca me propuse: ser reportera; pasar una vida completa recorriendo el tremebundo latinoamericano; vivir sin sosiego; padecer –no meses, sino años– el calor del trópico al que soy tan poco afín; considerarme escritora; encontrarme frente a set acumulación enorme de artículos viejos y recientes y reconocer que, sin querer queriendo, a tontas y a locas y muchas veces a salto de mata, los escribí yo.”

Alma Guillermoprieto
Desde el País de nunca jamás





"Gran parte de la obligación de los periodistas es enseñar a ver. Hay que buscar lo que no está viendo la gente."

Alma Guillermoprieto



"Me encanta la comida y me encanta todo lo que tiene que ver con la comida. Me encanta cuán divertida es. Me encantan los restaurantes. Me encanta cocinar, aunque no cocino mucho. Me encanta la cocina."

Alma Guillermoprieto



“No hay nada más sabroso que juntarse en una cantina un jueves por la tarde una vez al mes a comentar todos los textos de la semana. Eso es un taller. Un taller mío, por lo menos.”

Alma Guillermoprieto
El País, 2009




“Para ir a reportear me levanto más temprano de lo que quisiera. Si me ha ido bien, tengo unas cuatro citas o sé a dónde ir. Veo que tenga suficientes lápices y plumas, que tenga un cuaderno y que no lo haya perdido (alguna vez me ha tocado) y voy al lugar donde tengo que estar. Y si tengo la oportunidad de ir a un lugar que a mí me conmueva pues voy lo más temprano que me acepten y procuro estar ahí hasta que me corran. La pila se me puede acabar a la media hora, pero yo procuro estarme seis. Cuando puedo, me hago a un ladito y escribo todo lo que se me ocurre a lo largo de ese día.”

Alma Guillermoprieto
Milenio, 2011



"Siento que el oficio se está acabando."

Alma Guillermoprieto


“Te cuento lo que he aprendido reporteando en este mundo en el que vivo. En América Latina la inmensa mayoría de la población es pobre, y yo por una simple cuestión de representatividad democrática le he dedicado treinta años a escribir sobre esa mayoría. La gente a la que yo he reporteado ha resultado siempre más mañosa, más capaz de sobrevivir, más llena de humor, más irreverente y más sagaz de lo que nosotros pensamos. No viven en la autocompasión, de manera que he intentado no escribir nunca buscando que mis lectores digan: “¡Ay, pobrecitos de los pobres!” Es una región muy vital, llena de gente absolutamente decidida a salir adelante.”

Alma Guillermoprieto
El País, 2009



“Una cosa he aprendido, y es que la gente quiere vivir en paz. Hubo un tiempo en que se creía que querían hacer la revolución, pero la gente es muy temerosa de perder la vida y hace lo que sea por no arriesgar la vida de sus hijos. Algo ha cambiado, ahora una persona indignada puede sentir miedo a saltar sola a la calle, pero Facebook permite que se formen grupos de actuación.”

Alma Guillermoprieto