"La brujería habita un terreno muy peligroso del entendimiento, con un pie puesto en el mundo real y otro en lo imaginario, lo mítico y lo pasional. Es un terreno generalmente abonado por el desconocimiento y la superstición. Un terreno que ha causado verdaderos desastres a lo largo de la Historia, tanto individuales como colectivos, azuzados muchos de ellos por las convicciones religiosas. Pero más preocupante aún, y cuando se han producido los mayores descalabros, es el momento en que no sólo la religión, sino también la política y la economía, actúan en concomitancia utilizando la brujería como excusa para limpiar trapos sucios o conseguir fines interesados y comunes."

Emilio Ruiz Barrachina
Brujos, reyes e inquisidores
Tomado del libro de Jesús Callejo, Breve historia de la brujería, página 124