Himno a la soledad

"Saludos, agradable y suave Soledad,
Compañera de los piadosos y sabios;
De cuyo sagrado y penetrante ojo
Huyen los tontos, manadas de villanos.
¡Ah! Cómo adoro caminar a tu lado,
Y escuchar tus palabras susurradas,
Impartiendo verdad e inocencia
En todos los corazones obstinados.
Mil formas puedes adoptar con facilidad,
Y en cada forma otorgas tu bondad.
Ahora envuelta en algún sueño misterioso,
Tomas la silueta de un solitario filósofo;
Ahora vuelas rápido de la colina al valle,
Y barres el firmamento estrellado;
Luego en un pastor asolas la planicie,
Murmurando adelante en la tensa corriente;
Ahora en un amante, con toda la gracia
De tu dulce pasión en el rostro:
Entonces, calmada en la amistad, asumes
La mirada apacible de la flor de Hertford,
Como con su Musidora, ella yace
(Su Musidora que te ama)
Entre el largo claro retirado,
Despertando al beligerante ruiseñor.
Tuyo es el aliento balsámico de la mañana,
Tal como se inclina el rocío que nace;
Y mientras golpean los fervores del meridiano,
Tuya es la retirada muda del bosque;
Pero cuando las escenas del ocaso decaen,
Y la ilusión de las landas se desvanece,
Tuya es la suavidad dudosa que declina,
Y la hora mejor para tu reflexión sombría.
Descienden los ángeles para bendecir tu paso,
Las virtudes del prudente y del sabio;
La inocencia simple se viste de blanco,
Antes de que alces tu cabeza intrépida:
Los rayos de la fe brillan a tu alrededor,
Y aclaman tu penumbra con luz divina:
Sobre tu ser la libertad flota ligera,
Y la absorta Urania canta para ti.

¡Oh, deja que penetre tu celda secreta!
¡Deja que habite en tu morada profunda!
Quizás en la colina adornada de robles,
Cuando la meditación la arrebate,
Pueda yo reposar mis descuidados ojos
Donde crecen las torres espigadas de Londres;
Pensar en sus crímenes, sus cuidados, su dolor,
Y luego ocultarme en tus bosques otra vez."

James Thomson


“El corazón de una mujer no experimenta alegría más sincera, nunca es halagada tan dulcemente (y eso es en ella más que una vanidad egoísta) que cuando escucha las alabanzas del hombre amado.”

James Thomson



La ciudad de la noche pavorosa


"¡Hermanos de Melancolía, oscuros, oscuros, oscuros!
¡Guerreros de la marea negra sin conjuros!
¡Oh, espectrales vagabundos de la noche impía!
Mi alma ha sangrado por ustedes en estos años sin sol,
Con la sangre amarga en lágrimas de dolor,
¡Oh, oscuridad, oscuridad, oscuridad,
Lejos de toda alegría y esplendor!

Mi corazón se enferma de angustia por ti;
Tu infortunio es mi pena,
Y allí yazgo, cobarde, en tu muerte eterna.
He buscado en las alturas y en los abismos
El alcance de todo nuestro universo,
Con desesperada esperanza,
Para encontrar consuelo a tu inquietud salvaje.

Y ahora os traigo la última palabra auténtica,
Atestiguada por cada ser vivo y muerto;
Buenas nuevas de gran alegría para ti, para todos:
No hay ningún Dios, ningún demonio en el cielo
Conjura nuestras torturas al descansar,
Nada se sacia en la hiel de nuestro desconsuelo.

Es a la oscura ilusión de un sueño,
Aquel ser consciente y supremo;
A quien debemos maldecir
Por maldecirnos con la vida;
A quien debemos aborrecer
Por aborrecernos con la vida,
Que jamás concluye en la tumba serena,
Que no cesa con el veneno o el cuchillo.

Es esta pequeña vida todo lo que nos queda,
La sagrada paz de la tumba siempre nos espera,
Nos dormimos y jamás despertaremos,
Nada nos pertenece, sólo la carne que se corrompe,
Aunque sus elementos se disuelvan y permanecen
En la tierra, el aire, las aguas, y otros hombres."

James Thomson




“La ingratitud es una traición a la humanidad.”

James Thomson



"La salud es el principio vital de la felicidad y el ejercicio, de la salud."


James Thomson



Pero ahí llega el poderoso Rey del Día, 
que se regocija en el Este: la nube que mengua, 
el encendido azur, la cima de la montaña
que se ilumina con oro fluido, la proximidad de su llegada
presagia alegría. ¡Mirad! Ahora, todo manifiesto, 
oblicuo sobre la tierra brillante de rocío y el aire lleno de color, 
mira hacia afuera con ilimitada majestad
e ilumina el radiante día, que bruñido juega
sobre las rocas, colinas, torres y sinuosos arroyos
que en lo alto refulgen desde la lejanía.

James Thomson
Las estaciones



“¿Qué es la virtud sino reposo de la mente?”

James Thomson