"Logro el grado más alto en hermosura
y a los hombres de mundo mi ser pasma.
Nadie espacio más grande vio que el mío,
por igual en Oriente y Occidente, 
ni rey, cristiano o árabe, tuvo antes
una fuente que a mí se pareciera.
Soy como órbita de agua que a los hombres
manifiesta reluce y no se oculta;
mar muy grande, cerrado por riberas
de bellísimo mármol escogido.
Mi agua es perlas fundidas, que por hielo
ves correr (tenlo a grande maravilla),
y, por diáfana el agua, a través suyo,
ni un instante de ti desaparezco.
Se diría que yo y el agua pura 
que contengo y por mí se desparrama
masa somos de hielo, que una parte
se fundió, y otra parte no se funde.
Cuando flotan burbujas, me imaginas
una esfera en que salen muchos astros,
y, cual concha de nácar por de fuera,
junto dentro ese aljófar de burbujas.
…………………………………
Díjome: Que haya dicha eternamente
para el bravo, de estirpe galibía,
descendiente de régulos del Yemen
(de excelencia luceros, cuna noble, 
los Jazray Banu Qayla, paladines
de la fe, valedores del Profeta).
Te arrima su ventura lo lejano; 
su guía te esclarece lo sombrío,
en un país que está siempre a buen seguro,
con vasallos de vida acomodada,
jefe al par mundanal y religioso,
de un altísimo imperio en el sagrado."

Ibn Zamrak o Ibn Zumru
Traductor D. Emilio García Gómez



Poema de la taza de los leones 

"Bendito sea Aquél que otorgó al imán Mohamed
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
(sabe que) sólo el respeto (al Emir) contiene su enojo.
¡Oh descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume

renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!"

Ibn Zamrak