"Sucedió que estábamos con él un día y oímos un grito al lado de la casa, preguntó qué era y le dijeron que a un muchacho le había picado un escorpión. Trajo un trapo con grageas en las que dominaba el olor a incienso, cogió una y mandó que la machacase y que se lo tragara todo; y cuando lo hizo dejó de gritar y se le pasó el daño en cuanto se lo bebió. Yo me fijé en las grageas y encontré en cada cual una imagen de escorpión, le pregunté que por qué la había estampado en las grageas y él me sacó un sello de oro con la figura, de un escorpión engastada en piedras preciosas; le pregunté por el secreto del sello y cómo obraba y él me explicó que lo había cincelado con la Luna al principio de la segunda faz de Escorpión, lo hice y preparé para sellar con él a los mordidos, pero no los estoy sellando directamente por miedo a que lo eficaz sea alguna propiedad del incienso, de lo que vi gran maravilla."

Omar ben Ahmed ben Yúsuf o Ahmed Benyusuf el Escriba
Tomado del libro Picatrix de Maslama Ibn Ahmad Al-Mayriti, página 43