“Cuando los ángeles echaron las puertas abajo, fue como un mar de imprecaciones, de injurias, de aullidos y de lamentos. Todos tuvieron que conocer y adorar a Jesús. Y éste fue el mayor de sus suplicios. En el medio del infierno había un abismo de tinieblas. Lucifer fue precipitado en él y encadenado, y negros vapores se extendían sobre él. Es sabido que debe ser desencadenado por algún tiempo, cincuenta o sesenta años antes del año 2000 de Cristo. Otros muchos números que no me acuerdo fueron marcados. Algunos demonios deben ser sueltos antes ya para castigar y tentar al mundo.”

Ana Catalina Emmerick


Partiendo de ahí, atravesé el agua (el Mediterráneo), tocando a las islas donde hay una mezcla de bien y de mal y encontré que los más aislados eran los más felices y los más luminosos: después fui a la patria de Francisco Javier (España), por que yo viajaba en la dirección del poniente. Vi allí numerosos santos y vi el país ocupado por soldados rojos. 

Su jefe (el de España) estaba hacia el mediodía más allá del mar. Vi a este país (donde se encontraba el jefe) pasablemente tranquilo en comparación de la patria de san Ignacio en donde yo entré a continuación y vi en un estado espantoso.

Vi a las tinieblas extendidas por toda esta región, sobre la cual reposaba un tesoro de méritos y de gracias provenientes de san Ignacio. Yo me encontraba en el punto central del país (Madrid). Reconocí el lugar donde, mucho tiempo antes, yo había visto en una visión a inocentes arrojados en una hoguera.

Vi finalmente a los enemigos del interior avanzando por todos los lados y aquellos que atizaban el fuego arrojados ellos mismos a la hoguera. 

Vi enormes abominaciones extenderse sobre el país. Mi guía me dijo: «Hoy Babel está aquí». Y vi por todo el país una larga cadena de sociedades secretas, con un trabajo como en Babel, y vi el encadenamiento de estas cosas, hasta la construcción de la torre, en un tejido, fino como una tela de araña, extendiéndose a través de todos los lugares y toda la historia: el producto supremo de esta floración era Semiramis, la mujer diabólica.

Vi destruir todo lo que era sagrado y la impiedad y la herejía hacer irrupción.

Había una amenaza de guerra civil próxima y de una crisis interior que iba a destruirlo todo.

Ana Catalina Emmerick
(Profecías) Sobre España
Vie d'Anne-Catherine Emerich (3 volúmenes), por el Padre K. E. Schmoeger. Tequi, editor, 1950.



“Vi una fuerte oposición entre dos Papas, y vi cuán funestas serán las consecuencias de la falsa iglesia, vi que la Iglesia de Pedro será socavada por el plan de una secta. Cuando esté cerca el reino del Anticristo, aparecerá una religión falsa que estará 131 contra la unidad de Dios y de su Iglesia. Esto causará el cisma más grande que se haya visto en el mundo.”

Ana Catalina Emmerick
Tomado del libro de Ricardo Gonzalez El enigma del Hombre Gris, página 120