"Fijaos en la madreselva, en el guisante silvestre, en las campánulas o los zarcillos, que gatean y se agarran a las plantas más fuertes para salir de la sombra del seto y subir hasta zonas de luz…, lo grave es cuando el hombre, despreciando la vida vegetal, que ignora las más de las veces, va y poda el seto…"

Alberto Carsí Lacasa
Tomado del libro de Eduardo Pons Prades El mensaje de otros mundos, página 241


"Hay que laborar para que se establezca una saludable «armonía» del Hombre con la Naturaleza, ese «manantial de vida», para conocerla mejor y respetarla. En ella el niño descubrirá las enseñanzas básicas para emprender fecundamente su andadura por la existencia. Frente a ella se dará cuenta de su pequeñez y, a la vez, de su grandeza, de sus limitaciones, pero también de sus enormes posibilidades. En ella, en estrecha comunidad con sus semejantes, el niño aprenderá a ser humilde, solidario y a comportarse con «naturalidad». Aprenderá también a encauzar noblemente sus sentimientos y a dominar sus instintos. Y en sus entretenimientos y juegos tendrá la posibilidad de conocer su cuerpo y el de sus compañeros y compañeras, «armonizando» así los impulsos propios de la sexualidad. Y se convencerá de que es la mejor forma de conseguir esa «armonía» interior personal, primer paso habia la «armonía universal», que es la gran meta que nos hemos fijado quienes creemos que el individuo nace bueno y que la comunidad tiene la obligación moral de hacer cuanto esté en su mano para que cada día sea mejor. Esta empresa, mis queridos compañeros, es una pieza muy difícil de tejer. Por eso los telares deben instalarse ya en las escuelas primarias."

 Alberto Carsí Lacasa
(Apuntes para el compañero alumno. Cuaderno número 21. En el exilio, mayo de 1948)
Tomado del libro de Eduardo Pons Prades El mensaje de otros mundos, página 241