Abrí por ti mi corazón

Abrí por ti mi corazón entero
Y en él pudiste ver sin velo alguno.
Lo que hacerme sentir pudo ninguno
Sintió por ti mi corazón sincero.

Amor entre los grandes el primero:
Amor de aquello que entre mil hay uno.
Se te ofreció inocente y fue importuno.
Y lo calló tu voluntad de acero.

¿Por qué quieres vivir vida divina
si de la forma humana estás vestido?
¿Acaso el mismo Dios no se adivina

tras de la oscura puerta del destino?
Si el alma entre la carne va escondida,
¿por qué este empeño es sofocar la vida?

Claudia Lars


Amor que se cruzó

Amor que se cruzó por mi camino
Y me encontró en la sombra, abandonada.
Amor que fuera luz en la callada
Y sombría espesura del destino.

Esencia de lo noble y de lo fino:
Le sorprendí brillando en su mirada.
Mas no quiso hacer caso a mi llamada
Y transformó lo humano en lo divino.

Yo me quedé con la esperanza rota.
¡Corazón que me sangra gota a gota
Siempre que pongo mi ilusión en algo!

¿Por qué tan fuerte ante la vida fuerte?
¿Es que miedo a la vida le tuviste,
amor que no supiste lo que valgo? 


Claudia Lars



"... De ti saldrán los días venideros
y en los junios de luz o en los eneros
tendré el hondo crecer de esta dulzura..."

Claudia Lars



Eva y Adán

"¡Si tienes sed, Adán, abrévate de mi boca!
¡Ten fe y obra el milagro! ¡Mis besos serán buenos
como el agua que un día brotara de la roca
y como la que el Hijo de humildes nazarenos,

que será, de amar tanto, Dios mismo, cambie en vino!
¡Si tienes hambre, toma: mi corazón es vianda!
¡Mis ojos son antorcha de luz en tu camino!
¡Y el camino soy yo! —¡Oh, bebe y come y anda!

¡En mis débiles brazos está tu fortaleza,
por mí lo serás todo y triunfarás en todo;
por mí tus ojos pueden descubrir la belleza,

tus pasos echar alas, tu suavidad ser fuerte!...
Yo soy quien te completa, ¡mortal! ¡Desde que el lodo
Se llenó del aliento de Dios contra la muerte!"

Claudia Lars



Mensaje que no Espera respuesta

"Porque llegaste del ensueño mismo,
súbito y espontáneo,
rompiendo ligaduras imposibles
con atrevidos brazos.

Porque en la sombra, densa y sin orillas,
fuiste un momento blanco:
soplo fugaz de giros jubilosos,
voz de risa y de canto.

Porque advertiste el signo de mi angustia,
cuajado en hierro amargo;
adivinando en la inquietud rebelde
el impulso amarrado.

Porque tu beso te nació en el alma
y no sólo en los labios:
savia que reventó, dulce y violenta,
en rosa de milagro.

Por tu fino sentido de ternura,
nido de mi cansancio,
donde confiada la tristeza-niña
pudo dormir un rato.

Por las tardes de octubre, por las noches
enjoyadas de astros;
cuando vibraba en el caudal de vida
ritmo celeste claro.

Por el móvil fulgor que aprisionaba
la seda de tus párpados;
por la palabra bella que envolvía
el pensamiento diáfano.

Por el ovillo tibio de caricias
enredado en tu mano;
por la dicha de amor que no cabía
en el pecho esponjado.

Por el vértigo loco de las horas
que se fueron, volando...
Por el dolor que nos cayó, de golpe,
como cifra de pago.

Va este mensaje de añoranza ingenua,
persiguiendo tu rastro
por las rutas profundas del silencio,
con instinto de pájaro.

Ha de llegar a ti casi sin fuerzas:
pequeño y azorado;
ala de miedo, pico de nostalgia,
corazón de fracaso.

Y en el círculo quieto del recuerdo,
sobre tu pecho cálido,
tímidamente soltará el motivo
de su arrullo delgado."

Claudia Lars





Sangre

"Zumo de angustias, leche milagrosa,
raíz inaccesible, árbol salado.
¡Qué temblor en el túnel anegado!
¡Qué llama y nieve en subterránea rosa!

Escala de contactos, misteriosa
razón del sueño, el miedo y el pecado.
Silencio a todo grito encadenado
y tapiada presencia dolorosa.

De los muertos nos llegas... ¡muerte andando!
Substancia inevitable, gravitando
en la masa despierta de la vida.

Mi cuerpo de mujer te alza en el hombre,
te suelta en la aventura de su nombre
y te derrama por interna herida."

Margarita del Carmen Brannon Vega, conocida por su seudónimo Claudia Lars



Sirena

"Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.

El canto suelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.

No es el tritón quien le transforma el pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.

Un hombre, nada más... Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allí se arrastra dulcemente en guerra."

Claudia Lars
de Sonetos


Sobre el ángel y el hombre

Primera parte
1. Me salva de mí misma...
2. Ángel enamorado...
3. El constructor radiante...
4. Cuerpo: casa profunda...
5. De un trasmundo escondido...

Segunda parte
1. Se abre la suelta flor de mi alegría...
2. He descubierto tierras extasiadas...
3. Nace el amor en tallos de la muerte...
4. Quiero decir -amor- aquel encuentro...
5. Era la esbelta casa de mi sueño...
6. Amor, dardo escondido...

Tercera parte
1. De nuevo el silencio vigilante...
2. Le confiaron mi cuerpo temeroso...
3. Yo debo celebrarte -cuerpo mío-
4. Corro a tu luz y busco...
5. Mi frente: avecillas golpeándose las alas...

Claudia Lars


Sobre rosas y hombres
(fragmento)

"Está mirando el cielo,
pero se apoya en una escala de ceniza
y define su invencible linaje
antigua en ella misma
y pasajera.

Sé que retorna para el breve latido
entre gorriones y niños sin tiempo,
derramando su cintura de ráfaga,
su piel de olor y su cercana muerte.

¿Puedo guardar mi labio
cuando ella quema su tiernísimo cuerpo
y prepara las órbitas del suspiro
y dispone de la abeja geométrica?

A su cautivo fuego
llega mi fuego libre, con su entrega de llamas,
y toca las orillas de un aromado incendio
y recibe su júbilo y su alianza.

Mientras todo lo vivo tiene sombra en el rostro
ella, la embellecida, arde en el suyo para siempre.
¡Mirad el eslabón de su primer mañana,
su panal voluntario y su viaje sediento!

De un deshecho arrebato
vuelve a su reino por azul semilla
y en ciudadela de aire se defiende
y convoca puñales y violines.

Esposa renovada
que salta del olvido con su paso de miedo.
¿Dónde sus verdes ángeles nupciales,
su llave de oro y su misterio?

¡Ah, ceñidla de asombro!
¡Buscad su noche ardiente y su combate!
Yo podría decir su lámpara de pétalos.
Ella dirá, tal vez, mi tiempo de rosales. 

Claudia Lars



Sueño

"Fui por el aire, tras la luz caída,
pisando signos y colores planos
y llevaba, desnuda, entre las manos,
la flor de ayer, alzando nueva vida.

Una paloma leve y abstraída
buscó la espiga de celestes granos
y en caminos profundos y lejanos
quedó mi propia forma detenida.

Derribadas murallas, botadura
de un nuevo corazón a la dulzura
y el miedo y el amor cruzando espadas .

A la deriva un ¡ay!... de no sé dónde,
y la muerte, impasible, que se esconde
en reflejo de caras olvidadas."

Claudia Lars