Cedro de audiencia

"Ha venido de lejos, caminando
historias, leguas, siglos, desde antiguos
poemas de la Biblia entre jardines
y desiertos por donde el camellero
sueña en frescos oasis a la tarde
y, tranquilo, el león se acerca al agua.
Sabe de amor, de guerras, de rebaños,
de hermosas siervas que hasta el río llegan,
igual que ánforas vivas, a por linfas
con que aplacar la sed del caminante.
Fue amado por los reyes y los sabios,
creció en los montes valles y retiros,
y lo bendijo Dios con su perfume
y su agreste hermosura entre los otros.
Y ahora míralo aquí, junto al semáforo
y ese tráfico atroz de la avenida
—el gas-oil asediándolo y el ruido—
con su noble apostura de otros siglos
y un sol de eternidad sobre los hombros
tan cerca de tu casa y bendiciéndote
con sus ramas solemnes como brazos,
erguido en la ciudad, como un patriarca."

Carlos Clementson
Las olas y los años



"Es más vital para mí la cultura que lo que pueda pasar en la calle."

Carlos Clementson


Los Argonautas

"Bogamos en silencio con los labios sellados
por la salmuera acerba y el ácido del tiempo
corroyendo los ojos, las fuentes del recuerdo,
resbalando, incoloro, por la espalda del agua.
Bogamos en silencio, perdida la derrota,
golpeando sin tregua los belfos del abismo
en vano, como un rito o una amarga costumbre;
sin tregua castigamos esta azul dentadura
hambrienta, innumerable, que perdió la sonrisa,
la torva y devorante vastedad de su espuma
y sus olas vinosas con estériles remos,
su impasible extensión animal, deshabitada.
Este mar no es el nuestro. Su espejo no refleja
las morenas muchachas, saltando entre los pámpanos,
desnudas y mordidas del sol como una fruta,
las colinas de Yolcos, las viñas charoladas
de azul y agua marina, ni el polvo de las islas
fulgente en la mañana cual un yelmo de oro.
Este es un mar ajeno, ámbito poderoso
sin término o principio. Ni una brizna de brisa
nos trae siquiera aromas de una tierra perdida
o un indicio divino. Muerta pende la vela,
y en ella hace ya tiempo que alciones y alcatraces
plantaron su dominio de tedio en lo vacío.
Un oscuro designio, quizá fuera divino
por lo ciego y terrible, nos unció como bueyes
a esta noria del remo cuyo ritmo tan sólo
mantiene ya en nosotros la conciencia del tiempo,
el afán de estar vivos, rodando en la memoria
en pos de un espejismo cuyo nombre no existe
o los áureos reflejos de un falso vellocino."

Carlos Clementson
Canto de la afirmación



"Mi poesía está alimentada de mis vivencias íntimas y de las intelectuales. Y de la lectura, a la que dedico casi la mitad del día. Quizá utilice un lenguaje excesivamente retórico, pero decía Eugenio D'Ors que el énfasis es natural en los enfáticos. Eliot y los ingleses después de la primera Guerra Mundial impusieron el lenguaje cotidiano, que acaba convirtiéndose en deslavazado. Yo prefiero un lenguaje culto, rico, sensual..."

Carlos Clementson


"Y la verdad final esplende ya:
la mar ya no es la mar, sino el morir."

Carlos Clementson
 Fragmento de Sinera