"Como en el caso de la casta sacerdotal del judaísmo, es una idea central en el Islam la adhesión incondicionada a ley y la tradición, considerada como la fuerza formativa, los primeros creyentes musulmanes, fueron guiados a constituirse en la más pura y noble clase de material humano (…)

La ley islámica (sharia) es una ley divina; su fundamentación, el Corán, es considerado como palabra de Dios (kalamu Allah), así como una obra no humana y un libro increado que existe en el cielo ab eterno. Aunque el Islam se considera la "religión de Abraham", (...). El Islam rechaza el antropomorfismo inherente a la encarnación del Logos. Pero que conserva, (…) la historia de la caída de Adán, sin que esto implique "pecado original". En esta doctrina el Islam vio una "ilusión diabólica” referente a la caída de Satanás (Iblis o Shaitan), que el Corán (18:48) se atribuye a su negativa de postrarse, junto con todos los ángeles, e inclinarse ante Adán. El Islam rechaza la idea de un Redentor o Salvador, que es tan central en el cristianismo, pero también la mediación de una casta sacerdotal.

Pureza absoluta de la doctrina de la Unidad, exenta de toda huella de antropomorfismo o de politeísmo, la integración de todos los ámbitos de la existencia en un orden espiritual, ascesis de la acción a través de la yihad interna, capacidad de modelar una “aristocracia del espíritu”"

Al concebir lo divino en términos de un monoteísmo absoluto y puro, sin un"Hijo", un "Padre" o "Madre de Dios", a cada persona le compete, como musulmán, responder directamente a Dios y ser dignificados por medio de la Ley, que impregna y organiza la vida de una manera radicalmente unitaria en todas sus ramificaciones jurídicas, religiosas y sociales. A principios del Islam la única forma de ascetismo era la acción.

Finalmente, el Islam presenta un completo sistema tradicional, ya que la sharia y la sunna, es decir, la ley y la tradición exotérica, tienen su complemento, y no en un vago misticismo, sino en toda regla por medio de organizaciones iniciáticas (turuq) que se caracterizan por ser vías tradicionales de enseñanza (Tawil) y por la doctrina metafísica de la Identidad y la unidad Suprema (tawhid)"

Julius Evola
Rebelión contra el mundo moderno



"Cuando oponemos al mundo moderno el mundo tradicional, esta oposición es simultáneamente ideal. El carácter de temporalidad y de "historicidad" es inherente en realidad solo a uno de los dos términos de tal oposición, mientras el otro, el referido al conjunto de las civilizaciones de tipo tradicional, es caracterizado por la sensación de que lo que está más allá del tiempo, es decir de un contacto con la realidad metafísica que confiere a la experiencia del tiempo una forma diversas, "mitológica", casi de ritmo y de espacio más que de tiempo cronológico, para utilizar la expresión de Max Schelling. Haber perdido este contraste, verse disuelto en el espejismo de un puro fluir, de un huir, de un tender que empuja cada vez más allá la propia meta,. de un proceso que no puede y no quiere detenerse en alguna posesión y que en todo y por todo se consuma en términos de "historia" -esta es una de las características fundamentales del mundo moderno, este es el límite que separa dos épocas, es decir, no solo y no tanto en sentido histórico, como y sobre todo en sentido ideal, orgánico y metafísico. Pero entonces, el hecho de que, respecto al momento actual, civilización de tipo tradicional se encuentren en el pasado, es meramente accidental: mundo moderno y mundo tradicional pueden ser considerados siempre como dos tipos universales, como dos categorías apriorísticas de civilización."

Julius Evola
Revuelta contra el mundo moderno


“El estado del cual se trata aquí es el de quien, estando seguro de sí mismo por tener al ser como centro esencial de la persona, y no a la vida, puede hacer frente a todo, puede abandonarse a todo y abrirse a todo sin perderse: aceptar pues toda experiencia, ahora no más para probarse y conocerse, si no para desarrollar todas las posibilidades propias, en vista de las transformaciones que pueden producirse en sí mismo, de los contenidos nuevos que pueden ofrecérsele y revelársele por tal vía.”

Julius Evola
Cabalgar el tigre



“El principio de la nueva ética, de la nueva jerarquía, del nuevo derecho, del nuevo estado, es precisamente éste: Sé persona".
(…)
“De acuerdo a la concepción tradicional, ser “persona” significa superioridad efectiva ante nuestro ser meramente natural. Ante todo lo que es simplemente instintivo y “mera vida”, así como superioridad respecto de todo lo que es indiferenciado, promiscuo, y vulgar”.
(…)
“Ser persona no es un “hecho”: no es cierto que el sujeto (que todo sujeto) por el mero hecho de haber nacido Hombre, sea "eo ipso, de iure", “persona”. 
(…)
“De la nada no surge nada, y en cada ser humano se deberá reconocer la potencialidad de actualizarse como persona. 
(…)
“Ser persona implica una dualidad interna: implica un “yo” que puede mandar, y un “yo” que debe obedecer”
(…)
“Este es el punto que nos hace pasar del plano ético individual, en el cual rige este principio, al plano de la organización social, la jerarquía, y el Estado”. 
(…)
“A partir de esta concepción fundamental es posible recabar una serie ordenada de deducciones aptas para proveer los puntos centrales de referencia a las diferentes ramas de una nueva concepción del orden social y la ciencia del Estado”. 
Por una nueva ciencia del Estado. 

Julius Evola



“El verdadero significado del mito económico-social, por más que existan múltiples variedades del mismo, es por lo tanto el de un medio para anestesiar interiormente o para una profilaxis dirigida a eludir el problema de una existencia privada de cualquier sentido y, más aun, para consolidar en todos los modos posibles esta fundamental insignificancia de la vida del hombre moderno.”

Julius Evola
Cabalgar el tigre


"En su significado verdadero y vivo, tradición no es un supino conformismo a todo lo que ha sido, o una inerte persistencia del pasado en el presente. La Tradición es, en su esencia, algo metahistórico y, al mismo tiempo, dinámico: es una fuerza general ordenadora en función de principios poseedores del carisma de una legitimidad superior -si se quiere, puede decirse también: de principios de lo alto- fuerza que actúa a lo largo de generaciones, en continuidad de espíritu y de inspiración, a través de instituciones, leyes, ordenamientos que pueden también presentar una notable variedad y diversidad."

Julius Evola
Los hombres y las ruinas



“En un nivel aproximadamente propio del “último hombre” preconizado por Nietzsche, el individuo de la sociedad consumista contemporánea reputa ya en su inmensa mayoría que significa un precio excesivamente alto y una cosa absurda renunciar a la comodidad, al bienestar medio que le ofrece la civilización evolucionada de los consumos múltiples, por querer reivindicar en cambio una abstracta libertad. Así pues acepta los hechos y gustosamente todos los condicionamientos niveladores del actual sistema.”

Julius Evola
Cabalgar el tigre


"Entre los raros escritores que en Occidente, no por erudición, sino por un saber efectivo, asentado sobre base iniciática, han contribuido a una orientación y clarificación en el terreno de las ciencias esotéricas y de la espiritualidad tradicional, René Guénon tiene un puesto de relieve."

Julius Evola
Los límites de la regularidad iniciática



"Europa ha creado un mundo que en todas sus partes constituye una antítesis irremediable y completa con lo que fue el mundo tradicional. No existen compromisos o conciliaciones posibles, las dos concepciones están enfrentadas una contra otra, separadas por un abismo sobre el que cualquier puente resulta ilusorio. Por otra parte, la civilización occidental, el mundo cristiano, está procediendo de forma vertiginosa hacia su lógica consecuencia, y la conclusión, sin querer ser profeta, no se hará esperar mucho. Aquellos que entrevén esta conclusión y consiguen sentir todo el absurdo y toda la tragicidad, deben buscar pues en si mismo el valor para decir no a todo."

Julius Evola
Imperialismo pagano 



"La antítesis verdadera frente a "Oriente" y a "Occidente" no es la idea social, sino, por el contrario, la idea jerárquica integral."

Julius Evola
Orientaciones 



"La causa verdadera de la decadencia de la idea política en Occidente contemporáneo reside precisamente en el hecho de que los valores espirituales que una vez impregnaron el ordenamiento social han venido a menos, sin que se haya sabido sustituirlo por nada. El problema es que se ha descendido al nivel de factores económicos, industriales, militares, administrativas y, como máximo, sentimentales, sin darse cuenta que todo esto no es más que mera meteria, necesaria hasta donde se quiera, pero nunca suficiente, para producir una ordenación social sólida y racional, apoyada sobre sí misma, de la misma forma que el simple encuentro de fuerzas mecánicas no producirá jamás un ser viviente."

Julius Evola
Imperialismo pagano 



"La Reforma protestante constituyó el retorno del cristianismo primitivo, contra el límite de paganización alcanzado, gracias al humanismo, por la Iglesia Católica. La intransigencia protestante puso fin al compromiso católico, y llegó hasta el final en la dirección anti-imperial. La revolución de la conciencia religiosa, determinó un profunda alteración de la idea política. Desvinculando la conciencia de Roma, inmanentizó y socializó la Iglesia y volvió en acto en una realidad política la forma de la Iglesia primitiva. En el lugar de la jerarquía de lo alto, la Reforma estableció la libre asociación de creyentes emancipados del vínculo de la autoridad, convertidos anárquicamente cada uno en árbitro de sí mismo y a un mismo tiempo igual a todos los demás. Fue, en otras palabras, el principio de la decadencia liberal-democrática europea."

Julius Evola
Imperialismo pagano 





"Más allá del pluralismo de civilizaciones debe reconocerse -sobre todo si nos limitamos a tiempos hasta los cuales la mirada puede distinguir con cierta seguridad las estructuras esenciales- un dualismo de civilizaciones. Se trata de la civilización moderna de un lado y, de otro, del conjunto de todas las civilizaciones que la han precedido (para Occidente, hasta finales de la Edad Media). Aquí la fractura es completa. Más allá de la varidad múltiple en su forma, la civilización premoderna o, como puede llamarse, tradicional, represente algo efectivamente diverso. Se trata de dos mundos, de los cuales uno se ha diferenciado hasta no tener ya casi ningún punto espiritual de contacto con el precedente. Con lo que, también las vías para una efectiva comprensión de este último está vedado para la gran mayoría de los modernos."

Julius Evola
La Tradición Hermética 


"No existe la Historia, entidad misteriosa escrita con letra mayúscula. Son los hombres, en tanto que verdaderos hombres, quienes hacen y deshacen la historia."

Julius Evola
Orientaciones 




"Oponerse a cualquier consagración y "racionalización" del estado de hecho, no conceder ningún reconocimiento a fuerzas y corrientes que hayan tomado la mano, tal debe ser el principio."

Julius Evola
Los hombres y las ruinas 




"Piénsese en una única cosa: mantenerse en pie en un mundo en ruinas."

Julius Evola



"Se dice que la democracia es el autogobierno del pueblo. La voluntad soberana es la de la mayoría, que se expresa libremente a través del voto entregado a representantes que son tenidos como símbolos del interés general. Pero, a pesar de que se insista en la idea de "autogobierno" surgirá siempre una distinción entre gobernados y gobernantes, en la medida en que un ordenamiento estatal no se construye si la voluntad de la mayoría no se concreta en personas particulares, a las cuales se confía el gobierno. Resulta evidente que estas personas no serán elegidas por casualidad: serán aquellas en las que se cree reconocer una mayor capacidad, bon gré mal gré, una superioridad sobre los otros, de tal forma que no serán considerados como simples portavoces, sino que se supondrá un principio de autonomía, una iniciativa de legislación. Así aparecerá, en el seno del democratismo, un factor antidemocrático, que vanamente se busca reprimir con los principios del electoralismo y de la sanción popular."

Julius Evola
Imperialismo pagano 





"Solo el retorno al espíritu tradicional podría salvar a Occidente en una nueva conciencia ecuménica europea."

Julius Evola
Revuelta contra el mundo moderno




Virtudes del grial

En los diversos textos, el Grial es presentado esencialmente de tres formas:

1.- Como un objeto inmaterial, provisto de movimiento propio, de naturaleza indefinida y enigmática ("no era de metal ni de madera, ni de piedra, asta o hueso")

2.- Como una " piedra celeste " y " piedra de luz "

3.- Como una copa, bacía, o vasija, a menudo de oro y a veces adornado de piedras preciosas. Tanto en esta forma como en la anterior, casi constantemente son "mujeres" las que llevan el Grial (otro elemento ajeno a cualquier ritual cristiano. En cambio, no figuran sacerdotes en ello)

Una forma mixta es la de una copa sacada de una piedra (tal vez de una esmeralda). El Grial es unas veces calificado como " santo ", otras como "rico": " es la cosa más rica que por vivos se pueda tener" se dice en la Morte d´Arthur. Este texto como otros muchos del mismo periodo, usa la expresión Sangreal, susceptible de tres interpretaciones: San Graal, Sangre Real, Sangre Regia.

Las virtudes principales pueden resumirse como sigue:

1.- Virtud de luz, o sea, virtud iluminadora. Del Grial emana una luz sobrenatural. Chrétien de Troyes habla de una claridad como la que tienen las estrellas. Robert de Boron describe la aparición del Grial en la prisión de José de Arimatea como una gran luz que hizo que nada más verla, fuera enteramente tocado por el Espíritu Santo. Y el 'rapto' que produce nos
traslada fuera de tiempo: los cuarenta y dos años que José de Arimatea pasó en la cárcel con e Grial, a él le parecieron tres días.

En Wolfram es la 'piedra de la luz': " Satisfacción perfecta de todo deseo y paraíso, esto es el Grial, la piedra de luz, ante el cual todo resplandor terrenal no es nada".

En la Queste du Graal, Galahad, al ver el Grial, es presa de un gran temblor y dice: " Ahora veo claramente todo aquello que la lengua no podría expresar jamás ni el corazón pensar. Aquí veo el principio de las grandes audacias y la causa de las proezas, aquí veo las maravillas de las maravillas".

En la Morte d´Arthur, la manifestación del Grial se acompaña del estallido de un trueno y de un "rayo solar siete veces más relumbrante que la luz del día". Y en aquel momento "todos fueron iluminados por la gracia del Espíritu Santo". En tal ocasión el Grial se presenta de forma enigmática: "nadie podía verlo ni llevarlo" por mucho que cada caballero tuviese de él " el alimento que más ansiaba del mundo"

2.- Esto corresponde a la segunda virtud del Grial: alimenta, da vida. Del Grial concebido como una "piedra", lapsis exilis, se nutren, en Wolfram, todos los caballeros templarios. Llevado a la mesa, o al aparecer mágicamente sobre ella, cada caballero recibe, precisamente lo que más le apetece. En un sentido material podría equivaler a alimento físico pero en su sentido más profundo destruye todo deseo material, por lo que en el Perceva li Gallois, en virtud del aroma que emana del Grial, los invitados se olvida de comer y Galvano en un arrebato extático, consigue la visión de los ángele . En el Grand St. Graal el Grial repite el milagro de la multiplicación de los panes. Así Robert de Boron da la siguiente etimología: "Se llama Grial porque agrada a los valientes: agree as prodes homes"

3.- El don de vida del Grial se manifiesta también en la virtud de curar heridas mortales, de renovar y prolongar sobrenaturalmente la vida. En Manessier, Perceval y Héctor combatiendo uno contra otro, resultan heridos mortalmente los dos y esperan el fin cuando a medianoche el Grial, llevado por un ángel de figura 'imperial' aparece y los cura instantánea y
completamente. 
Wolfram von Eschenbach al decir que en virtud del Grial, el " Ave Fenix se consume tornándose ceniza, pero también se transforma, reapareciendo seguidamente en todo su esplendor y más bella que nunca ", establece de un modo claro además una relación entre el don de 'vida' del Grial y la regeneración del cual el Ave Fénix ha sido tradicionalmente un símbolo. Wolfram refiere que tal 'piedra' (el Grial) infunde en el hombre tal vigor, que sus huesos y su carne recobran en seguida su juventud.

4.- El Grial incita una fuerza de victoria y de dominación. Quien goza de ella no es vencido jamás. Wolfram dice de quien superaba la prueba del Grial: " Ahora no hay ser en el mundo que te aventaja en nobleza y honor. Eres el Señor de todas las criaturas. La suprema potencia te será transmitida". Pero ya en este pasaje de Wolfram se presiente la esencia más
alta del Grial, la elación que éste tiene con una realeza transcendente, con el principio del 'Señor del Mundo'. Veremos asimismo, que el propio Grial, a modo de oráculo, designa a los caballeros llamados a ostentar la dignidad real en varias tierras.

5.- El Grial también tiene una virtud temible, destructora. El Grial ciega. El Grial fulmina. Puede actuar como una especie de vorágine. Nescien reconoce en el Grial el objeto de deseo abrigado ya por él cuando era un joven caballero, pero, tan pronto como abre su custodia, tiembla y pierde la vista y con ésta todo el dominio sobre su propio cuerpo. La Queste du Graal añade que Mordrain con un acto similar, queda ciego al contemplar lo que ninguna lengua pu de expresar: su tentativa desencadenó un viento sobrenatural que l privó de la vista y en tal estado fué condenado a permanecer toda s vida hasta que viniese el héroe que realizara el misterio del Grial y lo sanara. El tema no es nuevo. El mismo Dante perdió la vista al contemplar el Empíreo. Aunque la recobró más aguda. En el Diu Crône, se declara que cruzarse con el camino del Grial es 'mortalmente peligroso'.

La naturaleza peligrosa del Grial se nos manifiesta en relación con el tema del 'asiento peligroso' y con la prueba que éste constituye para quien desea asumir la tarea del 'héroe esperado' y la función del jefe supremo de los caballeros de la Tabla Redonda. Se trata de un puesto vacío o puesto decimotercero, o puesto polar, puesto bajo el cual se abre el abismo o se es fulminado cuando en él se sienta un personaje indigno. Así Moisés cuando va
a ocuparlo es "asido por siete manos de fuego y destruído como la llama destruye un trozo de madera" En texto dice: " la mitad del fuego que quema a Moisés es apagado pero la otra mitad no se apagará hasta que llegue Galahad, para realizar la aventura del Graal.

Una variante es la 'prueba del vaso': gozan del éxtasis del Grial aquellos que, en la mesa de José de Arimatea (la cual se confunde con la tabla redonda, o bien se considera como antecedente de ésta), no están manchados por la culpa, en esta ocasión Moisés se sienta en el puesto peligroso y es absorbido por un abismo que se abre bajo él, según la explicación cristianizada, a causa de su falta de fé porque era un falso discípulo.

Por otra parte se encuentra el motivo, que sólo podrá buscar el Grial quien se haya sentado en el sillón de oro construido por una mujer sobrenatural. Seis caballeros que han intentado sentarse en él son absorbidos por una súbita vorágine. Parsifal se sienta también, retumba un trueno terrible, la tierra se abre, pero él sigue tranquilo en su puesto. Impasible, en su tranquila dignidad, en la pureza de su fuerza, nada puede contra él.

Este aspecto peligroso del Grial es considerado como el caso límite de lo que el Grial puede precisamente operar a tenor de la variada naturaleza de los que entran en contacto con él. La fuerza del Grial destruye a todos aquellos que intentan empuñarla sin tener la calificación adecuada, que tratan sin embargo de usurparla repitiendo el gesto titánico, diabólico o prometéico. En Wolfram se encuentra una expresión muy significativa, cuando dice en sentido figurado que para los culpables, el Grial se hace tan pesado que aquellos ni siquiera todos juntos podrían sostenerlo.

En La Morte d´Arthur existe una variante muy interesante: al observar " una gran claridad, como si todas las antorchas del mundo se reuniesen en aquella sala " debida al Grial, Lanzarote se acercó. Una voz le aconsejó no entrar, es más, le dijo que huyera de lo contrario tendría que arrepentirse. No obedeció y entró. Un fuego le golpeó en la cara, cayó al suelo y ya no pudo levantarse por haber perdido todo el poder de sus miembros. A sus compañeros, que lo c eyeron muerto, un viejo les dijo: " En nombre de Dios, él no está muerto, sino más lleno de vida que el más potente de todos vosotros". Lanzarote p rmaneció en este estado de muerte aparente durante veinticuatro días y las p imeras palabras que luego pronunció fueron: " ¿Por qué me habéis desperta o? Estaba mucho mejor que ahora " Esta experiencia se refirió a que había vis o al Sangreal como nadie podía verlo mejor.
Evidentemente se trataba de un estado iniciático, de un estado en el cual la participación en la potenc a del Grial resulta posible por una suspensión de la consciencia de vigilia y de la alimentación relativa a ella: cosa que evita el efecto negativo, destructivo y transtornador que la experiencia del contacto tiene en quien no sepa pasar a formas superiores de consciencia, a otros estados del Ser.

6.- La duplicidad de las virtudes del Grial está relacionada, en cierta medida con el significado que, en lo universal, en las tradiciones concordantes de los diversos pueblos, y también fuera de toda relación con el simbolismo cristiano, tiene la pareja lanza-copa. La copa que corresponde, sobre todo, al aspecto femenino, vivificante e iluminado, y la lanza, al a pecto viril, ígneo o regio (cetro) de un mismo principio: si se quiere, la p imera, al árbol 'lunar', y la otra, al árbol 'solar' de los que la primera corresponde al aspecto 'santa sabiduría' y la segunda al aspecto 'fuego' y 'denominación' del mismo principio. Pero en el mismo contexto podrían inscribirse también la ambivalencia de la lanza, repetida por la
tradición irlandes , que por un lado inflige el 'coup douloureux' provocando
una destrucción, y por el otro, la virtud de curar.

La búsqueda del Grial, es en esencia, una vicisitud interior. No se trata, como experiencia, de algo similar al éxtasis místico. Es, más bien, un poder primordial que llega a ser positivamente evocado. Quien sabe asumirlo es cualificado para los altos cometidos oscurecidos de la leyenda y que son, en realidad, su núcleo central."

Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola
El Misterio del Grial,  Plaza y Janés editores, 1975. Páginas 95 y siguientes. Extracto