"con papel de lija froto la piel
donde alguna vez estuvo tu tibieza
parpadeante
me estoy quedando en cueros
y sin vos
en los puritos huesos
y sin vos
esqueleto ambulante
y sin vos
(...)
y sin vos
con el alma en un hilo
y sin vos
ay
y sin vos
y sin voz
y sin voz

los amantes precisan largas vueltas
y nada es comparable a este final sin trampas
y nada se parece a tu cuerpo y al mío
me refiero a los muslos fosforescentes
no a la piel sedosa y repetida
no estamos dentro ni fuera y es falso
que desprendo de tu voracidad
mis latidos bajan cautelosamente
para que sepas que voy que siempre voy
ya puedes descubrirme y patinar en el aire rígido
cuando abras los ojos y desvíes el aliento."

Lydda Franco Farías


"La mujer que soy, canta.
Mi génesis: la escoria, la ceniza, los agrarios sudores.
Mi elemento: la palabra, piedra del camino para ser lanzada
vínculo secreto que madura sus claros volúmenes,
cópula exacta para que el amor germine.
Hablo de la mujer que soy e intuyo
que mi presencia trenzará la llegada de minutos fluviales.
Creo en el privilegio de la sangre nueva,
en la voz que no se escurre,
en la dialéctica orgánica de mi estructura viva.
Creo en la síntesis del hueso,
en el axioma de mi futura desintegración."

Lydda Franco Farías



"me encontrarán tendida a ras de luna
o flotando lluvia abajo
en la resaca del último cigarro
en el silencio que vibra emparamado
desde donde pronuncio mi postrer discurso (...)
ya voy tierra
ya voy cenizas
ya voy olvido

una vida se aplaza y se desplaza
mínima sustancia
                                      cerrazón."

Lydda Franco Farías






"nadie verá el estante vacío. el montón de ropa sucia libros viejos y maltratados por mis notas al margen. por mis subrayados imprevisibles. por mis oh y mis coños admirativos. soy posesiva, no lo niego. mi única propiedad son libros casi libros. palabras no correspondidas pero útiles e igualmente equívocas. pero abajo. en el sótano, eres débil, cabizbaja. se diría que ciega. asustada. no entienden por qué has hecho lo posible por enajenarte en lo cotidiano y ridículo (...) no te entienden por qué no aceptas vivir parcelada (...) tu ternura es clandestina. no colma. tu deseo es quizás lo único humano capaz de retener una sombra. tu estallido nocturno."

Lydda Franco Farías



"No nací para ocupar un espacio y nada más.
Ignoro cuál será mi participación.
Me tocó ser mujer y no me quejo,
me tocó caer en la humedad del tiempo,
en la inhóspita sequedad de los caminos
pero aquí me quedo
entre escombros y desperdicios.

Destruyan mi epidermis resentida,
despedacen mis sueños, mi alegría,
aniquílenme
porque un día aparecí sobre la tierra
y tuve voz y grité

No pudieron
moldearme a su antojo,
ni darle la forma requerida a mis palabras,
ni templar los metales de mi risa con sus martillazos de odio,
ni siquiera lograron meterme de cabeza
en un canon infesto."

Lydda Franco Farías



“UNA tiene el deber de ser bella
porque entre otras cosas para eso está UNA
y para comprar lo que nos vendan
y para sufrir por la muchacha de la telenovela
que es tan desgraciada (la muchacha y la telenovela)
y para llorar de felicidad porque a la final
el sapo se convierte en magnate y se casa con
ELLA.”

Lydda Franco Farías



"si tengo que ceder
hasta quedar desprovista de vanidad
si nada tengo y esa nada me es arrebatada
(...)

si he dejado de creer en líderes
si la dialéctica se pudre en las cabezas de todos ellos
(y en la mía por supuesto)
si la unidad es un sofisma
si el partido deviene tertulia de burócratas y afines
(...)

si hasta aquí me trajo el río
entonces tendré que contradecir al río
y seguir aferrada a mis convicciones
aun en contra de mi pequeñez."

Lydda Franco Farías



"voy a desayunarme la claraboya de la mañana
voy a atragantarme periódico con tus crónicas violentas
voy a tener noticias del mundo hasta la ingesta
de par en par ventanas
muéstrenme lo que sin mí despierta
sacúdete ropa inmunda los dobleces
espanta con lejías la penumbra
soliviántate plancha
aplasta en un desliz las pérfidas arrugas
a volar escoba sin bruja que respire el polvo
dancen muebles al ritmo que los aviente
púlete piso en redención de no empañado espejo
arde sin paz cocina del infierno
tápate olla impúdica
cuece a la sazón luego evapórate
suenen cubiertos en estampida muda
a fregarse platos les llegó su hora
la carta por favor
quiero probar el albedrío."

Lydda Franco Farías