A los astrólogos sigue sin convencerles la publicación de estas estadísticas que destruyen completamente sus doctrinas. Hubo una época en la que afirmaban, enérgica y frecuentemente, que las estadísticas ofrecían un método ideal para demostrar la verdad de la astrología, pero este punto de vista fue más popular durante el periodo antes de que el trabajo de Choisnard y Krafft hubiese sido desacreditado. Hoy en día los astrólogos han dado marcha atrás y afirman, por el contrario, que las estadísticas son irrelevantes para la astrología.

Michel Gauquelin
Astrología y ciencia 1970:125,138


A finales del siglo XX, dos sueños se tienen que hacer realidad: ir a los planetas [exploración espacial], pero también saber qué “nos hacen” los planetas, para que, como dice La tabla de esmeralda, “se perpetúe el milagro de la unidad” [una referencia a la unidad expresada en “como es arriba, es abajo”].

Michel Gauquelin


Mi formación en psicología empezó en Ginebra, Suiza, mi país natal. Más adelante, la fama de la Universidad de la Sorbona me atrajo a París. Allí el curioso destino me aguardaba en la persona de Michel Gauquelin, también estudiante de psicología y estadística, y dedicado en secreto a la investigación de la astrología. Después de insistir bastante, finalmente confesó dónde se metía cada jueves por la tarde, recopilaba afanosamente expedientes de datos completos de los nacimientos de los peores criminales en los anales de la policía francesa. Es más, su actividad principal del fin de semana era calcular carta tras carta para probar la verdad de los escritos astrológicos.

Estaba perpleja y llena de admiración a la vez. El tema de esta investigación parecía absurdo, pero sus métodos objetivos me sedujeron. Deseaba un marido que aceptase mi colaboración en la investigación científica y hasta entonces sólo había encontrado pretendientes de una mujer casera “ama de casa”. Michel aceptó mi participación en la investigación de sus temas. Sin dudarlo, me embarqué en esta aventura, segura de que no implicaba ningún riesgo. Con métodos objetivos, no podría surgir nada positivo de una iniciativa tan disparatada. Después de un breve periodo de verificación astrológica, esperaba convencer a Michel de que abandonara sus proyectos por una investigación académica más tranquila, dentro de un plan de estudios normal en la Sorbona. Nuestras reuniones derivaban en conversaciones animadas sobre cosas como cómo dividir correctamente el movimiento diurno de los planetas en treinta y seis sectores, en qué dirección se tenían que numerara los sectores, y así sucesivamente.

Pero mi confianza en el efecto rápido de los métodos objetivos era demasiado optimista: la aventura demostró ser mucho más larga y mucho más difícil de lo que había esperado. Jamás ha acabado.

Michel Gauquelin



Aunque estoy muy orgulloso de mi materia [neo-astrología], muy decidido a defenderla, muy orgulloso de mis descubrimientos, todavía me atormentan dos demonios enfrentados. El primero es el miedo de haberme equivocado al afirmar que la influencia astral es real; el segundo es el angustioso pensamiento sobre todo lo que no he sido capaz de descubrir o explicar. Después de 30 años de reflexión crítica sobre la astrología, mi pasión por ella no ha disminuido. Pero actualmente no me permitiría extraer conclusiones drásticas como lo hice a veces en el pasado. Me contentaré simplemente con haber arrojado algo de luz sobre este inmenso misterio que ha ocupado tantas grandes mentes a lo largo de los siglos.

Michel Gauquelin


El futuro de la Astrología será el que deseen los propios astrólogos, pero mi impresión es que, a corto plazo, va a ser muy positivo puesto que la nueva generación de astrólogos muestra un interés muy constructivo. Estas personas no aceptan a ciegas todo lo que leen en los manuales de Astrología sino que intentan comprobar la veracidad de tales afirmaciones. Para ellos, y para la misma Astrología, es muy prometedor el avance que supone el uso masivo de la informática, facilitando enormemente la realización de los cálculos y permitiendo investigar con mejores medios que los utilizados hasta ahora.

Michel Gauquelin



“Es inútil afirmar que la astrología representa una mentalidad infantil si unos experimentos bien diseñados demuestran que sus declaraciones son correctas. En ese caso debería asumir de nuevo una importancia extraordinaria. Importa poco si se explica con simbolismos o la física, o si las estrellas son signos o causas. … [Pero ahora] ya es hora de llegar a su fin. Todo intento, sea de los astrólogos o de los científicos, de probar de la validez de las leyes astrológicas ha sido en vano. Ahora está bastante claro que las firmas en el cielo que presidieron nuestros nacimientos no tienen poder alguno para decidir nuestros destinos, para influir sobre nuestras características hereditarias, o para jugar un papel, por humilde que sea, en la totalidad de los efectos, fortuito y de otra manera, que conforme la estructura de nuestras vidas y moldee nuestros impulsos a la acción”

Michel Gauquelin
Astrología y ciencia 1970:125,138



Hacia 1950 estaba preparando mi estudio crítico de la astrología tradicional, cuando, muy contra mi voluntad, me encontré frente a un resultado de lo más extraño. En uno de mis datos, que consistía en la fecha de nacimiento de 576 miembros de la Academia Francesa de Medicina, la frecuencia de posición de ciertos planetas era completamente inusitada. El fenómeno no correspondía a ninguna de las leyes tradicionales de la astrología, pero, a pesar de todo, era interesante. Lo que había observado era que un gran número de futuros grandes médicos habían nacido cuando los planetas Marte y Saturno acababan de subir o culminar en el cielo.

Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 205



La astrología, la antigua religión universal, el primitivo y majestuoso esfuerzo por conseguir una síntesis cósmica, ha caído por completo en manos de sacamuelas. En su lugar ha nacido una ciencia nueva. esta ciencia no debería despreciar el pasado; después de todo, debemos el nacimiento de la astronomía al celo astrológico de nuestros predecesores. Es justo que esta ciencia, en su madurez y después de un rodeo de dos mil años, nos ayude ahora a descubrir los verdaderos vínculos que unen al hombre con el Universo.


Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 32


"Lo que más me gusta es investigar. He recogido nuevos datos para replicar mis hallazgos relativos a las profesiones asociadas con cada planeta y sobre la posibilidad de un efecto de herencia planetaria entre padres e hijos. Me gustaría poder establecer que los efectos hallados para personas que han triunfado también se aplican a la gente corriente. He verificado varios experimentos pero no es tan fácil obtener resultados significativos. En uno de ellos, se han utilizado cuestionarios de personalidad, así por ejemplo, puedo establecer la hipótesis de que las personas en cuyo cuestionario muestran una extroversión elevada, tendrán a Júpiter en un lugar prominente en sus horóscopos. He hallado este resultado aunque no es tan significativo como esperaba. Esto puede ser atribuido a que las personas tienen dificultades en hacer una descripción de sí mismas o de los demás. También, en la última parte de mi libro «The Truth about Astrology», se incluía un cuestionario en el que los lectores, además de anotar sus datos natales, elegían entre una serie de tipos caracterológicos que, según ellos los describía mejor. También se añadía que pidieran a otra persona que les conociera bien que respondiese también al cuestionario para describirles. Con esta información obtuve una autoescala y una escala externa con objeto de balancear los sesgos —errores de apreciación. Mi próximo proyecto es desarrollar lo que en Psicología se llama «estudio de casos», y puestoque no es factible utilizar a gente común para el estudio de sus biografías, como lo hice cuando investigaba sobre la gente famosa, lo que ahora estoy haciendo es buscar distintos testimonos que describen a la persona para obtener una visión clara de la misma. Un amigo mío y profesor de la Sorbona, está muy interesado en mis investigaciones aunque no puedo decirlo abiertamente. Una alumna suya está realizando una investigación acerca de los cuestionarios de personalidad y le pedí a mi amigo que hablara con ella para que añadiese los datos de nacimiento a sus investigaciones. Ella aceptó hacerlo. La investigación todavía no ha concluido y no sé los resultados, pero gracias a ella, no sólo tendremos los datos de nacimiento y los cuestionarios sino también las descripciones que esta psicóloga ha hecho de las personas con las que se ha entrevistado. Estas descripciones tienen un valor mayor que las realizadas por conocidos o familiares allegados a la persona, puesto que ella es una psicóloga profesional."

Michel Gauquelin


No es extraño decir, con la mayoría de los historiadores, que la astrología fue, al mismo tiempo, la primera religión y la primera ciencia del hombre.


Michel Gauquelin
Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 45



Subiendo los siete pisos de sus torres de observación, los sacerdotes caldeos creían que estaban llegando casi al cielo. Su esperanza hoy, nos parece tonta, pero también conmovedora y comprensible. Sus ojos y su pensamiento se fijaban en los mensajes que les enviaban sus dioses; muy por encima de las polvorientas ciudades, el sacerdote conversaba con el Universo de igual a igual. Existe una sorprendente continuidad entre su actitud y la que hoy mueve a la Humanidad a gastar tanto tesoro de valor e inteligencia en dejar la Tierra, camino de las estrellas que nos llaman. El astronauta, dentro de su cápsula, gritando de admiración al ver la belleza del cielo circundante por primera vez desde tal altura, puede pensar, agradecido, en sus predecesores, los sacerdotes astrólogos. Puede recordar sin menosprecio la orgullosa confesión de Tolomeo, el "príncipe de los astrólogos":
"Mortal soy, sé que he nacido para vivir solo un día, pero cuando observo las compactas multitudes estelares en su curso circular, mis pies ya no pisan la tierra; asciendo hasta el mismos Zeus, para que me haga beber ambrosía, el alimento de los dioses."

Michel Gauquelin

Los relojes cósmicos, Barcelona, 1976, página 314


Todos los esfuerzos de los astrólogos por defender su postulado básico han fallado. (…) Las estadísticas han demostrado la falsedad de los viejos argumentos de una vez para siempre. (…) Quienquiera que se diga capaz de predecir el porvenir consultando las estrellas se está engañando a sí mismo o está engañando a los demás.

Michel Gauquelin