Juramento Hipocrático del astrólogo

1. No practicaré la adivinación ni la predicción para satisfacer los mórbidos anhelos de los curiosos.

2. No intentaré sorprender ni jugar con la credibilidad de otro, únicamente daré satisfacción a las consultas de aquellos que tengan un problema que no puedan resolver ellos solos y busquen ansiosamente ayuda; en lugar de avanzar un propósito, me esforzaré por estimular el pensamiento recto, que contribuya a evitar y mitigar una condición desfavorable que vea en actividad, interpretándola en términos de influencia, antes que en términos de hechos; enseñando siempre una doctrina de libre albedrío y autocontrol emocional que sea antítesis de fatalismo o predestinación implacable.

3. No daré consejo a persona alguna que contribuya a perjudicar a terceros, o que se aproveche o pretenda aprovecharse injustamente de ellos.

4. Nunca efectuaré manifestación o interferencia que vaya en detrimento de cualquier manera, de otro astrólogo.

5. Si un astrólogo me llamase a consulta le ayudaría con la plenitud de mi saber.

6. Siempre trabajaré por enriquecer mis conocimientos y por enseñarlos a quien considere digno de seguir mis pasos.

7. Consagraré mis energías sin escatimarlas a mejorar la comprensión humana y las relaciones de las personas, en beneficio de un mejor entendimiento y servicio de la sociedad.

8. Quiera el Creador que colocó los planetas en sus órbitas para guiar los destinos del hombre, preservarme proporcionalmente a la fidelidad en que yo siga las leyes que se me han ordenado enseñar.

Tomado del artículo Una revisión crítica de la astrología Miguel Angel Sabadell, página 30
No podía dejar pasar sin transcribir este juramento para los lectores (como reza en la carta astral del Observatorio de Greenwich realizada por el astrónomo John Flamsteed)