"El [psicópata] no está familiarizado con los hechos o datos que definen lo que podríamos llamar valores personales. Tiene una gran incapacidad para entender tales temas. Por ejemplo, le es imposible dedicarle el más mínimo interés a la tragedia o a la alegría humana representada en la literatura o el arte. También permanece indiferente a esas mismas emociones en la vida real. Belleza y fealdad (excepto de una manera muy superficial), bondad, maldad, amor, horror y humor no tienen significado para él, no le motivan. Le falta, desafortunadamente, la capacidad de ver que los demás se conmueven. Es como si estuviese ciego para ver el color, a pesar de su inteligencia y su apariencia humana. Además, todo ello no se le puede explicar porque no hay nada en su órbita de atención que se lo pueda hacer entender. Puede repetir las palabras y decir que sí lo entiende, pero ni siquiera él puede darse cuenta de que, en realidad, no entiende."

Hervey Milton Cleckley
The Mask of Sanity (La Máscara de la Cordura) página 90


"Recordemos que este comportamiento típico [del psicópata] destruye lo que parecen ser sus propias metas. ¿No es acaso el mismo psicópata quien resulta ser el más engañado por su supuesta normalidad? A pesar de burlarse deliberadamente de los demás y de ser consciente de sus mentiras, parece ser incapaz de distinguir adecuadamente entre sus propias pseudo-intenciones, sus pseudo-remordimientos, su pseudo-amor, etcétera, y las respuestas genuinas de una persona normal. Su monumental falta de introspección demuestra cuán poco comprende el psicópata la naturaleza de su trastorno. Creo que, a menudo, la sorpresa que siente cuando los demás no aceptan inmediatamente su “palabra de honor”, es genuina. Su experiencia subjetiva se encuentra tan desprovista de emociones profundas, que el psicópata adquiere una ignorancia invencible en cuanto a lo que la vida significa para los demás.   Tiene un conocimiento teórico tan pobre acerca de la otra cara de la hipocresía, que uno llega a cuestionarse si verdaderamente es apropiado afirmar que es hipócrita, según nosotros entendemos el concepto. Dado que poco sabe medir sus actos, ¿es correcto afirmar que es consciente de la naturaleza de su conducta, y de la calidad de las atrocidades que inflige sobre los demás? Imaginemos a un niño que no posee ningún recuerdo de dolor agudo que le haya causado impresión. Su madre puede decirle que está mal cortarle la cola a un perro. Aun tras esta advertencia, el niño puede decidir hacerlo de todas maneras. Decir que no es tan consciente de lo que hizo como lo estaría un adulto que también realiza ese acto utilizando un cuchillo, a sabiendas de la agonía física que eso significa, no implica necesariamente que absolvamos al niño de su responsabilidad. ¿Puede una persona experimentar los niveles más profundos de dolor sin conocer verdaderamente la felicidad? ¿Puede acaso el niño concretizar una intención malvada en todo su sentido, sin tener un conocimiento verdadero de lo opuesto al mal? Carezco de una respuesta definitiva a estas preguntas."

Hervey Milton Cleckley
The Mask of Sanity (La Máscara de la Cordura)



"Sería imposible describir adecuadamente la carrera de este joven (Gregory) sin escribir cientos de páginas. Sus actos antisociales y la aparente trivialidad de su motivación, así como su incapacidad para aprender de la experiencia para adaptarse y evitar peligros inminentes que cualquiera podría ver, me hacen pensar que es un ejemplo clásico de personalidad psicopática. Creo muy posible que continúe comportándose como lo ha hecho hasta ahora y no conozco ningún tratamiento psiquiátrico que pueda influir en su conducta o ayudarle a adaptarse mejor."

Hervey Milton Cleckley
The Mask of Sanity, páginas 173-174