"Señor Dios, tú que creaste todas las cosas para nuestro provecho
y alentaste a Noé para que fuera el primer coleccionista
ayudándote así a salvar y glorificar parte de tu creación;
haz de nuestra colección numismática un instrumento
para preservar y admirar el trabajo del hombre,
la inspiración del artista y la belleza de los materiales que creaste.
Danos la sabiduría y la paciencia para compartir lo poco que sabemos,
la sensibilidad del buen samaritano para ayudar al que lo necesite
y la sagacidad del administrador para invertir en el tesoro verdadero.
Ayúdanos a vencer nuestra avaricia con la generosidad de la viuda pobre
para entregar hasta nuestras dos últimas monedas; y así, libres,
esforzarnos en encontrar la dracma de tu voluntad.
No permitas que te traicionemos por algunas monedas, antes bien, haz;
que al igual que tu siervo San Eligio, dupliquemos los talentos
que nos distes para gozosos recibir el denario de tu justicia.
Preserva nuestra colección para las futuras generaciones;
al igual que nuestra alma, cúbrela con la patina de tu protección
y enséñanos el camino al lugar donde ni el ladrón llega ni el moho corroe.
Amén."

Dr. Carlos Abel Amaya Guerra 
Una oración a San Eloy en “La Biblia a través de sus monedas”