"El 16 de junio de 1875 el ministerio público promovió un proceso contra los Srs. Leymarie, Buguet y Firman. El fotógrafo Buguet, usando de maniobras fraudulentas en la obtención de fotografías de espíritus, fue preso. En virtud de las relaciones amistosas que mantenía con Leymarie, que, confiando en él, se servía como médium y fotógrafo en innumerables ocasiones, el gerente de la Revue Spirite fue también preso y juzgado como cómplice.
»A consecuencia de acusaciones falsas, entre las cuales estaba la del propio acusado principal, el fotógrafo Buguet, fueron todos condenados por la justicia humana, lo que les hizo recurrir a instancias superiores. Buguet y Leymarie fueron condenados a 500 francos de multa y a un año de cárcel.
»¿Por qué Buguet se acusó a sí mismo y a Leymarie de fraude?
»Porque el proceso se siguió a instancias del arzobispo de Toulouse. Díjosele a Buguet que sólo podría salvarse si se confesaba culpable del fraude. Viéndose acosado hizo lo que tantas víctimas de la inquisición: confesó a la fuerza.
»Era tal el interés del público por las fotografías espíritas, que llevó al Sr. Arzobispo de Toulouse a publicar un documento pastoral contra el Espiritismo, para “defender las almas de los católicos de esas apariciones obra del demonio”, y cuya realidad no era constatada.
»El abogado que defendió el caso de Leymarie dio como referencia en el proceso que la acción judicial es contemporánea a la publicación del documento del Arzobispo.
»Buguet consiguió su libertad escapando a Bélgica, donde se instaló; Firman, otro envuelto en el caso, condenado a 6 meses de prisión y multa de 300 francos, obtuvo su libertad gracias a altas influencias, mas Leymarie, no huyendo de la justicia, aunque humana y falible, dirigió una memoria a la Corte Suprema de Francia, protestando, delante de su Concien-cia y sus hijos (tuvo cuatro), afirmando su inocencia y confiando en las decisiones de aquel órgano supremo.
»Buguet, desde Bruselas, con remordimiento escribe al Sr. Dufaure, entonces ministro de Justicia, afirmando, de una manera clara, sincera y positiva, la ignorancia de Leymarie en todos los procesos por él (Buguet) empleados en los fraudes fotográficos y, consiguiente-mente la inocencia de él. No podrá haber, pues, solidaridad entre Ley-marie engañado por Buguet y Buguet engañando a Leymarie.
»Que Buguet era médium y fotografías mediúmnicas verdaderas fueron obtenidas por él, no hay duda, como lo atestiguaron muchas decenas de personas, de diferentes países europeos. Pero el médium, desconocedor de los principios de la Doctrina Espirita, y por demás egoísta, se sir-vió varias veces, cuando nada conseguía con su mediumnidad, del fraude, como él mismo confiesa.
»En la carta mencionada, dirigida al ministro de Justicia, declaraba Buguet, en cierto punto: “Siento haber dicho lo contrario de la pura verdad renunciando a mi mediumnidad y pido perdón a Dios por este acto que deploro, puesto que sirvió para incriminar aP. G. Leymarie un hombre estimable, cuya buena fe se torno sospechosa con mis afirmaciones.”
»De varias partes del mundo, cartas y más cartas llegaban a las manos de Leymarie, confortándolo en el doloroso trance por el que pasaba y ofreciendo todos los préstamos que necesitara. Hasta del mismo Brasil no le faltó el amparo fraternal. Casimiro Leutaud, en nombre de los espíritas de Río de Janeiro, escribe a los miembros de la Sociedad para la continuación de las obras de Allan Kardec en 1876 una carta, rea-firmando la admiración y el respeto que por Leymarie tenían, y la cer-teza de su inocencia, en apoyo de la cual se apresuraban a colaborar.
»Del propio mundo invisible, voces amigas, sirviéndose de la mediumnidad psicográfica de Leymarie, transmiten a é1 mismo doce páginas conso-ladoras.

»No obstante las declaraciones de integridad e inculpabilidad del acusado, no obstante las afirmaciones reiteradas y sinceras de él mismo, la Corte Suprema confirmó el veredicto de las dos primeras Cortes, y Leymarie fue condenado a un año de prisión celular."

Marina Duclos Leymarie,  más conocida  como Madame P. G. Leymarie
Proceso a los espíritas, cuando su marido estaba siendo procesado