El Destino del Hombre Se Construye por Esfuerzos Propios

Se ha dicho que nuestro carácter es lo que hemos hecho por nuestros propios esfuerzos, como un resultado de todos nuestros pensamientos y hechos, y sus hábitos consecuentes. Nuestro carácter nos da un "rumbo" o una inclinación en cierta dirección, y si se mantiene sin alteración, ese carácter determinará nuestro destino final.

Hay una porción de Sabiduría Oriental que dice:

Si siembro un pensamiento, cosecharé una acción;
Si siembro una acción, cosecharé un hábito;
Si siembro un hábito, cosecharé un carácter;
Si siembro un carácter, cosecharé un destino. 

Si vivimos utilizando lo máximo que tenemos, nuestro carácter mejorará constantemente y nos pondrá en el camino hacia un destino brillante y fructífero. Si nos parece que vamos en una dirección equivocada, ello puede ser cambiado, pero para hacerlo, debemos cambiar primero nuestro carácter. Para hacer eso, debemos cambiar nuestros hábitos, nuestras acciones y nuestros pensamientos, lo cual, por supuesto, toma tiempo y requiere esfuerzo continuo.
La siguiente cita, tomada de Dhammapada, una Escritura Budista, nos muestra que los Antiguos enseñaron hace miles de años que nuestro carácter está construido por nuestros pensamientos:
Todo lo que somos es la consecuencia de lo que hemos pensado. Está basado sobre nuestros pensamientos; está derivado de nuestros pensamientos. Si un hombre habla o actúa con un pensamiento de maldad, el sufrimiento lo perseguirá, exactamente como la rueda sigue a los pies de los bueyes que halan la carreta. 

Todo lo que somos es la consecuencia de lo que hemos pensado. Está basado sobre nuestros pensamientos; está derivado de nuestros pensamientos. Si un hombre habla o actúa con un pensamiento inocente y puro, la felicidad lo seguirá, exactamente como una sombra que nunca lo dejará. 

"Me trató severamente; me golpeó; me venció; me robó" — todos los que cultivan tales sentimientos tendrán odio sin cesar. 

"Me trató severamente; me golpeó; me venció; me robó" —todos los que no cultivan tales sentimientos verán morir el odio. 
Porque el odio nunca es superado por odio en ninguna oportunidad. El odio muere mediante el amor. Esta es la regla sabia. 

Así, nuestro destino es finalmente determinado por nuestros propios pensamientos y acciones. No estamos "predestinados" a nada ni por nadie. A medida que cambiemos nuestro carácter, ya sea por uno bueno o por uno malo, así también autodeterminaremos, por esa sencilla razón, nuestro propio destino.

Nils A. Amnéus
El enigma de la vida



El Mundo Mental

"Existe un mundo invisible del cual estamos conscientes cada momento del día, pero está tan cercano a nosotros que no notamos su existencia. Estamos aquí y ahora, llevando una existencia doble, la física y externa, y la oculta e invisible, la de pensamientos y sentimientos. La vida externa y visible la compartimos con nuestros prójimos, pero nuestra vida mental interior está cubierta detrás de una cortina, y es solamente conocida por la persona que la vive.
Sabemos que muchos de nuestros pensamientos son estimulados por sucesos del mundo exterior que atraen nuestra atención, pero también sabemos que los pensamientos a menudo "nos llegan" sin ningún estímulo externo. Lo mismo es cierto acerca de las disposiciones de ánimo y de los sentimientos.
¿De dónde provienen? Sabemos que la atmósfera de aire en que vivimos es también una atmósfera de pensamientos y sentimientos; ¿Y cómo podríamos estar conscientes de ellos? Seguramente porque tenemos un "equipo receptor" oculto que responde a este tipo de vibración. ¿Y cómo es que sabemos que, aún nuestros propios pensamientos, sin nosotros darnos cuenta, están siendo difundidos dentro de esa misma atmósfera para que sean recogidos por otro individuo, a quien ellos puedan atraer?
Es de esta manera en la que podemos enviar y recibir pensamientos, pero ello es efectuado inconscientemente. Todavía no hemos aprendido como comunicarnos directamente desde nuestra propia esfera mental hacia la de otra persona. Si queremos intercambiar ideas con otros, debemos hacer uso del cuerpo físico para ese propósito, y autoexpresarnos por vía oral o por escrito.
Debemos admitir que, aunque todos estamos activos en este mundo mental, todavía entendemos muy poquito acerca de él, aunque la proposición funciona bien con nuestro conocimiento de otros aspectos de la Naturaleza. Las energías físicas existen, las cuales tienen un mundo material en las que trabajan. Las energías mentales existen; ¿Por qué no habría de haber un mundo mental, con su correspondiente substancia mental, para que puedan funcionar?
Todo en la Naturaleza es energía en alguna forma. Las energías físicas tienen su "espectro" o escala de vibración dentro de la cual pueden ser registradas. ¿No puede haber otro espectro que abarque energías de una naturaleza más refinada, con porcentajes de vibración completamente diferentes del que ya conocemos, talvez en otra "dimensión," o a través de algún otro medio? ¿No puede ser posible que algún día se encuentre un lugar donde ese "espectro" de energía mental funcione?
Los científicos ya descubrieron que los órganos del cuerpo humano, especialmente el corazón y el cerebro, emiten radiaciones que pueden ser registradas por medio de aparatos diseñados para ello. Se conoce que las radiaciones emitidas por el cerebro varían con el sueño, con la conciencia, con la actividad mental, etc. Estos descubrimientos pueden ser los precursores de otros que puedan revelar la existencia de aún más refinadas energías mentales dentro del organismo humano. Pero la probabilidad es que las energías mentales son demasiado sutiles para que sean detectadas por cualquier aparato que pueda construirse. Puede ser que tengamos que esperar por una prueba final hasta que por nosotros mismos desarrollemos nuestros sentidos ocultos y aprendamos como saber usarlos.
Se sabe que el hombre, aún el de tipo intelectual, usa solo una insignificante fracción de la capacidad de su cerebro. Por lo tanto, bien cabría la posibilidad de que el hombre pueda tener sentidos ocultos, los cuales podrían tener su equivalente o su sede en la parte que no se usa de su cerebro.
Nos parece que tenemos reconocimiento subconsciente de que usamos tales sentidos, porque cuando se nos explica una idea, y al principio no la entendemos, decimos: "No te entiendo," como si estuviéramos buscando en la obscuridad, tratando de sentir el contacto de alguien o de algo. Cuando finalmente entendemos, decimos: "Lo veo," como si estuviéramos usando un ojo oculto para ese propósito."

Nils A. Amnéus
El enigma de la vida



Nosotros Creamos Nuestro Propio Destino

"Por nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones en vidas anteriores, nosotros determinamos lo que nuestro destino tendría que ser, y en esto yace la clase de nuestro destino futuro. No podemos cambiar nuestras acciones pasadas, y debemos recoger los efectos de ellas, pero podemos hacer un futuro más brillante y más feliz, por medio de nuestros pensamientos y acciones actuales.
El hombre es una persona independiente y puede poner nuevas causas en marcha. Los motivos para sus acciones pueden estar inspirados por sus principios superiores, o por sus deseos personales. Como se explicó anteriormente, el Ego Humano se coloca entre esos dos polos opuestos de su naturaleza, y tiene el poder de escoger uno o el otro. Los impulsos desde el lado superior de la naturaleza del hombre provienen de su fuente espiritual, la cual es la fuente de toda vida, y esos impulsos son, de esa manera, siempre de una naturaleza altruista. Estos impulsos deberían ser los motivos de todas nuestras acciones, y si perseveramos, nunca podríamos equivocarnos. Así, nuestras acciones serán útiles a los demás, y nunca dañinas para nosotros mismos.
La unidad y origen espirituales de todos los hombres, es la base para las enseñanzas éticas que le han sido entregadas al hombre por todos los Maestros grandiosos del pasado. Ellas están incorporadas en el Sermón de la Montaña, y personificadas en la Regla de Oro. Cuando le hacemos a los otros lo que no nos gustaría que ellos nos hicieran, no se necesita pensar en las consecuencias que vendrán después. El Karma cuidará de ello, y nuestras futuras vidas no serán afectadas por tragedias y desgracias.
Pero desdichadamente no todos somos capaces de vivir a la altura de los ideales de la Regla de Oro. En nuestras existencias pasadas, hemos cedido a los impulsos egoístas de nuestra naturaleza inferior, con el resultado de que ellos ahora son más fuertes y están cargados de motivos mayores. Y cuando obedecemos a los impulsos inferiores, fricciones y riñas son el resultado, conduciendo en muchos casos a accidentes y desastres en encarnaciones futuras. De esta manera construimos nuestro propio destino, y atraemos sobre nosotros las tragedias de las que tan amargamente nos quejamos después."

Nils A. Amnéus
El enigma de la vida




Respuestas a Algunos de los Enigmas de la Vida

Ahora podemos regresar a las preguntas planteadas al principio de este libro, las cuales forman parte del "Enigma de la Vida," y veamos como son contestadas por las enseñanzas de la Sabiduría Antigua.
Un resumen de esas preguntas está dado a continuación:

¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

Es el resultado de la manera equivocada de pensar del hombre, de su vivir erróneo y de su actuar injusto en el pasado. Es la reacción de la Naturaleza a nuestra falta de autodominio, nuestro egoísmo y al sufrimiento que le hemos causado a los demás. No es impuesto sobre nosotros por ningún poder extraño, o por casualidad; sencillamente lo hemos acarreado sobre nosotros mismos.
Si perseveráramos en una manera correcta de pensar y en un actuar justo, el sufrimiento gradualmente dejará de ser.

¿Por qué hay tanta injusticia?

La injusticia no existe. Las circunstancias en las que nos encontramos, las experiencias a las que nos enfrentamos, las hemos hecho por y para nosotros mismos. Es solamente nuestra creencia en la teoría de una sola vida en la tierra la que nos previene de reconocer la justicia de todo lo que nos pasa.

¿Tenemos libre albedrío o somos títeres del destino?

El hombre tiene libre albedrío o libertad de elección. Su carácter, el cual aparentemente guía su preferencia, ha sido hecho por él mismo. Al cambiar su carácter, él puede cambiar su destino. Su destino es obra de sus propios esfuerzos, el cual no está predestinado por algo que provenga desde fuera de él mismo.

¿Somos responsables por nuestros actos? — ¿Recogeremos lo que hemos sembrado?

El hombre puede actuar libremente con un sentido de derecho o de error. Él puede actuar como él escoja, pero no puede escapar de las consecuencias de su acto. Recogerá lo que ha sembrado, no más, no menos; ni mejor, ni peor.

¿Hay vida después de la muerte?

Sí. La Muerte no es más que un sueño — el Hombre Verdadero todavía vive. Todo lo que fue lo mejor y más amable, es eterno. La edad no es sino una condición del cuerpo — el Alma nunca envejece. La vida del Ego es continua, y existe después de la muerte, así como también él vivió antes de nacer.
El nacer y la muerte son portales a través de los cuales el Ego pasa, a medida que cambia de un estado de conciencia a otro. En la muerte, el Ego se retira de un estado activo de conocer su propia existencia, a un estado pasivo de sueño. Después de un período largo de descanso, el Ego regresa al estado activo de conocer su propia existencia, a través del portal del nacimiento.
La Reencarnación es la llave maestra que resuelve la mayoría de los problemas fastidiosos de la vida.

¿Cuál es el propósito de la vida?

Evolución, crecimiento, extensión de facultades latentes. Un levantamiento de la imperfección hacia la perfección, un avance gradual hacia la unión con el Dios Interno del hombre, con posibilidades infinitas de crecimiento cuando esa unión ha sido consumada — una aproximación siempre más cercana hacia un ideal siempre de avance.
La vida es una escuela en la cual nunca es demasiado tarde para aprender. Lo que es dominado con maestría en una vida, retornará en una forma mucho más fácil en la siguiente reencarnación.

¿Es éste un Universo fortuito, gobernado por fuerzas ciegas,
o existe un plan detrás de él?

El Universo visible es una personificación de una porción de la Conciencia Universal, la que en este plano se expresa por ella misma mediante una infinita variedad de unidades de vida, o Mónadas, en diferentes etapas de desarrollo. Todas esas Mónadas están, al presente, avanzando en su evolución en los varios Reinos de la Naturaleza. Ellas están lentamente levantándose de estados inferiores de existencia, hacia los superiores; los que están abajo del Hombre, avanzan hacia la etapa humana, y el Hombre está ascendiendo en su evolución hacia la etapa Crística.

En este plan, y de acuerdo a la Sabiduría Antigua:

La Perfección es el objetivo.
La Evolución es el método
La Dualidad provee las herramientas de trabajo.
El Karma es el maestro, y
La Reencarnación provee el tiempo.

La llama divina natural o Rayo de Divinidad, que en el principio emanó de la Vida Universal, tiene que atravesar todas las formas de vida, y después de ganar conocimiento de su propia existencia en el reino humano, se levantará más alto a lo largo del Rayo de Divinidad hasta que se reincorpore a su fuente divina original, donde, todavía reteniendo su identidad como un ser consciente de sí mismo, su conciencia se vuelva universal.
Esto marcará el final de nuestro período evolutivo, pero no el final de la evolución. Las Mónadas que hayan completado exitosamente esta etapa de evolución, entonces ingresarán en un largo período de descanso, después del cual comenzarán un nuevo período de evolución, en un plano todavía mayor, y así continuarán sus ascensos a estados de conciencia más altos y mayores ad infinitum.

Un tema tan vasto como éste, del cual hemos tratado brevemente en este libro, no puede ser cubierto adecuadamente en un espacio tan pequeño. Solamente está presentado aquí como una idea general, con la esperanza de que guiará al investigador a estudiar algunas de las grandes obras sobre Teosofía, tales como The Secret Doctrine de H. P. Blavatsky, The Esoteric Tradition, Man in Evolution ambas de G. de Purucker, y otras obras por los mismos autores. Ellas contienen la información que el hombre necesita para entender la vida, y la parte que él tiene que desempeñar en ella.

Las siguientes citas son de la pluma de H. P. Blavatsky, la fundadora del Movimiento Teosófico moderno:
El punto principal es desarraigar la fuente más fértil de todos los crímenes y de la inmoralidad — la creencia de que es posible para los hombres escapar de las consecuencias de sus propias acciones. Todo junto lo enseñan las más grandes de todas las leyes, Karma y Reencarnación, y además se siente dentro de ellas, la verdadera dignidad de la naturaleza humana. Ellas disuadirán de la maldad y la evitarán por más que un peligro físico lo quiera imponer. — The Key to Theosophy, páginas 243-4 

Nils A. Amnéus
El enigma de la vida



“Si observamos a una persona que duerme, notamos que el cuerpo yace allí tranquilamente, llevando a cabo ciertas funciones automáticas…A partir de esto, vemos que el cuerpo no es el hombre por él mismo, sino que, al igual que la mente, es una herramienta que usa el Ego para su evolución aquí, en la tierra.”

Nils A. Amnéus