"El significado y el uso inherente de todo esto se obtendrá fácilmente mediante el examen minucioso de la Placa III, la cual representa, a modo de singular muestrario, tres cráneos dispuestos en el orden previamente mencionado. El del medio sobresale por ser muy simétrico y hermoso y pertenece a una mujer georgiana; a ambos lados de éste se hallan dos cráneos radicalmente antitéticos; el cráneo elongado como si hubiera sido sometido al arbitrio de algún tipo de balanceo, pertenece a una mujer etíope de Guinea; el restante, con una dilatación tendente hacia los lados, como si hubiera sido aplanado, pertenece a un pastor de renos y recolector manchurio. En el primero, el margen de las órbitas, los huesos malares bellamente estrechos y las mismas mandíbulas mismas bajo los huesos, están ocultos por la periferia de la frente moderadamente expandida; en el segundo, los huesos maxilares se comprimen lateralmente y se proyectan, por así decir; y en el tercero, los huesos malares, colocados casi en el mismo plano horizontal con los pequeños huesos propios de la nariz y la glabella, se proyectan enormemente y se alzan a cada lado."

Johann Friedrich Blumenbach
Sobre las diferencias naturales en el linaje humano


“Si se toman en cuenta todos los principios fisiológicos, la raza caucasiana debe considerarse como la fundamental, o central, de estas cinco principales. Los dos extremos hacia los que ésta se ha desviado son, de una parte, la raza mongólica y, de la otra, la raza etíope.”

Johann Friedrich Blumenbach
Citado por Stephen Jay Gould en La falsa medida del hombre. Ed. Crítica. Página 58