"Antes del descubrimiento de los anestésicos, el paciente que se preparaba para una operación se asemejaba a un condenado al que le faltaba poco para ser ajusticiado. Contaba los días hasta el designado, y contaba las horas de aquel día hasta el momento decisivo. Escuchaba calle abajo con angustia el rumor de la carroza del cirujano; esperaba ansiosamente el ruido de la campana, el sonido de los pasos en la escalera y después en la habitación, la aparición de los temidos instrumentos, las pocas graves palabras, los últimos preparativos. Renunciaba, por lo tanto, a su libertad y, aunque horrorizado, permitía que se lo mantuviera bien agarrado o bien atado, para someterse indefenso al cruel cuchillo."

James Young Simpson


"Todo dolor es per se y, especialmente, en exceso, destructivo y fatal en su naturaleza y efectos."

James Young Simpson