"... Sin cesar, yo añoro aquellos paseos que hacíamos juntos, en los que procurábamos edificarnos mutuamente por la sensatez (la sagesse) de nuestras conversaciones. ¡Cuántas veces hemos hablado de la naturaleza del alma, de su inmortalidad, de su unión con el cuerpo; cuántas veces hemos pasado de las maravillas de nuestro pequeño mundo a las del grande y nos hemos estimulado recíprocamente a alabar a su Autor, a admirar su sabiduría, a reconocer su soberano dominio!..."

Pierre Bouguer
En una carta cuyo original se puede leer en la Biblioteca Nacional fechada en Quito el 10 de febrero de 1737, a un amigo


“... Yo cuento acampar sobre una de las cumbres del Pichincha (se lee Pichaincha), que es una montaña muy alta adyacente a la Ciudad (Quito); yo haré trasladar una tienda y pasaré en esa soledad con uno o dos domésticos, el mayor tiempo que podré para gozar de un cielo sereno, hacer diferentes observaciones astronómicas y pensar en los asuntos de' mi salvación. Aquel cielo material no debe hacernos olvidar al otro..."

Pierre Bouguer
En una carta cuyo original se puede leer en la Biblioteca Nacional fechada en Quito el 10 de febrero de 1737, a un amigo