"Descubrimos las neuronas espejo en el verano de 1991 en macacos, en un sector del córtex premotor ventral llamado área F5. Después las descubrimos también en una parte del lóbulo parietal inferior conectada recíprocamente con F5. No estábamos buscando neuronas espejo. El descubrimiento fue casual. Pero lo que digo siempre es que no fue casualidad que las descubriéramos nosotros, porque estábamos preparados para verlas. En efecto, estábamos buscando propiedades visuales en el sistema motor, ¡una empresa más bien poco ortodoxa en aquellos años! En pocas palabras, las neuronas espejo son neuronas motoras, así que se activan cuando el mono ejecuta, con manos, boca o ambas, actos motores voluntarios relacionados con un fin, como asir, manipular o colocar objetos. La novedad de nuestro hallazgo fue que las mismas neuronas motoras se activaban también cuando el mono observaba parecidos actos motores ejecutados por otros individuos. Ulteriores estudios de nuestro grupo demostraron que las neuronas espejo responden también cuando el acto motor ejecutado por otro individuo puede solamente ser imaginado por el mono, o cuando sólo están disponibles las consecuencias auditivas de la acción ejecutada por otros. Sobre la base de estas propiedades propusimos que las neuronas espejo hacen posible una comprensión directa de las acciones ajenas mapeando su descripción sensorial (visual y auditiva) en un formato motor. Por todo lo que sabemos, las neuronas espejo no tienen rasgos morfológicos peculiares; son simplemente neuronas piramidales. Lo que hace de las neuronas espejo lo que son no es, pues, su morfología sino sus propiedades funcionales, que, a su vez, son el resultado de las conexiones específicas que estas neuronas mantienen con otras neuronas del cerebro del macaco. Las neuronas espejo se han documentado hasta ahora en macacos y en aves canoras. Pruebas indirectas pero convincentes indican que también en el cerebro humano existen ciertamente neuronas dotadas de propiedades similares."

Vittorio Gallese
Tomada de la página www.desdeelexilio.com


"En ciencia no hay santos griales. En primer lugar debe subrayarse que lo que distingue a las neuronas espejo de otros tipos de neuronas son simplemente sus propiedades funcionales. Mejor que hablar de neuronas espejo deberíamos tal vez hablar de mecanismos de espejo materializados en neuronas localizadas en distintas regiones del cerebro. La relevancia de los mecanismos espejo en tantos aspectos diferentes de la cognición social no surge de una dotación específica de estas células neurales, como si las neuronas espejo fuesen “neuronas mágicas”, por así decir. Las neuronas espejo derivan sus propiedades funcionales de las conexiones entrada-salida específicas que mantienen con otras poblaciones de neuronas del cerebro. Sin embargo, no son simplemente un caso de mecanismo asociativo hebbiano. Lo peculiar de las neuronas espejo es el hecho de que una descripción visual de una conducta motriz observada dada se mapea al formato neural motor que hace posible la ejecución de esa misma conducta motriz.

Debería añadir que no hay que confundir el resultado de investigación científica seria con las trivializaciones y sensacionalismo a veces aparentes en cómo cubren la ciencia los medios de comunicación. Creo que sería justo decir que en los seres humanos los mecanismos de espejo materializados en neuronas corticales están, ciertamente, involucrados en una forma directa de comprensión de la conducta de los otros, que abarca acciones, emociones y sensaciones. Parece también que en los seres humanos los mecanismos de espejo entervienen en las conductas imitativas y el aprendizaje por imitación. Finalmente, las neuronas espejo —y el sistema motor en general— intervienen en el procesamiento del lenguaje. Hasta qué punto tiene esto relación causal con la comprensión del lenguaje es una cuestión abierta, en la que están trabajando muchos grupos de investigación en el mundo. De modo parecido, es una cuestión abierta hasta qué punto una disfunción, un desarrollo defectuoso o una modulación emocional alterada de los mecanismos de espejo podrían intervenir en transtornos de la cognición social como el autismo o la esquizofrenia. Los resultados preliminares en estos campos de investigación, aunque están lejos de ser concluyentes, son ciertamente muy alentadores.

Las neuronas dotadas de propiedades de espejo y el mecanismo funcional que describe su actividad, la simulación incorporada, intervienen en tantos aspectos de la cognición social porque la activación de los múltiples circuitos paralelos cortico-corticales en los que se materializan las propiedades de espejo cimienta un aspecto fundamental de la cognición social, a saber, las conexiones multinivel y la reciprocidad entre individuos dentro de un grupo social. Estas conexiones tienen su raíz filogenética y ontogenética en la compartición social de experiencias situadas de acción y afecto. El mecanismo de espejo proporciona la base neural de esta compartición. La simulación incorporada y las neuronas espejo no pueden, ciertamente, dar completa y detallada cuenta de nuestras elaboradas capacidades de cognición social. Sin embargo, creo que los mecanismos incorporados en los que interviene la activación del sistema motor, de los que son parte las neuronas espejo, sí tienen un papel principal en la cognición social, incluido el lenguaje. Un segundo mérito de esta hipótesis es que hace posible basar la cognición social en el dominio experiencial de la existencia, que depende tanto de la acción."

Vittorio Gallese
Tomada de la página www.desdeelexilio.com


"Quiero en primer lugar apuntar una cuestión metodológica. Pienso que deberíamos en verdad intentar centrarnos más seriamente en la naturaleza de los sujetos de nuestras investigaciones. La mayor parte de lo que sabemos sobre los aspectos neurales de la cognición social (con pocas excepciones que corresponden al estudio del lenguaje) ¡deriva de estudios de imaginería cerebral realizados sobre estudiantes de psicología del mundo occidental! Aun con las tecnologías presentes, podemos hacerlo mucho mejor. No sabemos —o, en el mejor de los casos, sabemos muy poco— hasta qué punto los resultados de los experimentos de imaginería cerebral se correlacionan con rasgos específicos de personalidad, género, experiencia profesional y similares. En suma, deberíamos pasar de la caracterización de un nada realista “cerebro social promedio” a una caracterización de grano mucho más fino.

En segundo lugar, me gustaría entender qué papel tienen exactamente los mecanismos incorporados en la semántica y en los aspectos sintácticos del lenguaje. Toda nuestra psicología folk está basada en el lenguaje. ¿Cómo cuadra esto con el enfoque incorporado de la cognición social? Para mí, es una cuestión candente.

En tercer lugar, pienso que deberíamos intentar diseñar estudios en los que pueda trazarse una correlación entre patrones particulares de activación cerebral y experiencias subjetivas cualitativas específicas. Soy consciente de que tratar con estados subjetivos es asunto delicado, del que hasta ahora la ciencia empírica ha intentado permanecer alejada, tal vez por algunas buenas razones. Pero en principio debería ser posible diseñar cuidadosamente paradigmas experimentales bien controlados y bien adaptados para romper los límites de los estados fenoménicos subjetivos. El proyecto sería el de “fenomenologizar” la neurociencia cognitiva.

En cuarto lugar, si la tarea de la neurociencia cognitiva es arrojar luz sobre lo que significa ser humano, nuestra disciplina debe abrirse a un diálogo y confrontación con otras disciplinas como la filosofía, la antropología y la sociología. Una neurociencia cognitiva social madura no puede limitarse a escanear cerebros en un laboratorio. Debe estar abierta a las contribuciones de todas estas disciplinas. Soy bastante optimista. Veo un futuro de diálogo estimulante y constantemente creciente entre la neurociencia cognitiva y las humanidades."

Vittorio Gallese
Tomada de la página www.desdeelexilio.com