"En Barnus-Bachi sostuve una conversación con el devis de los uzbecos sobre filosofía hermética. Este levantino me dijo que los verdaderos filósofos conocían el secreto de guardar mil años su existencia y preservarse de todas las enfermedades. Por último yo le hablé del ilustre Flamel y le hice observar que el hombre había muerto a despecho de la piedra filosofal. Apenas cité este nombre, se echó a reír de mi simplicidad. Comoquiera que yo le había dado crédito a cuanto había dicho, me asombró extraordinariamente su actitud dubitativa ante mis palabras. Al advertir mi sorpresa, me preguntó con el mismo tono si era tan ingenuo como para creer que Flamel había muerto. Y agregó: —No, no. Usted se equivoca. Flamel vive todavía; ni él ni su mujer saben aún lo que es la muerte. Hace tres años escasos los dejé a ambos en la India; es uno de mis mejores amigos."

Jacques Sadoul
Comenta que en el siglo XVII, un viajero francés llamado Paul Lucas, es lo que escribió en la crónica de sus aventuras por Asia
Tomada del libro Enigma. De las pirámides de Egipto al asesinato de Kennedy de Bruno Cardeñosa y Juan Antonio Cebrián



"Lodaus no pronunció una palabra más, fue a situarse frente a la bola de cristal y se puso a mirarla fijamente sin procurar que apareciera ninguna visión. Allí permaneció hasta la noche, inmóvil. Sólo muy pasada la medianoche consintió en ir a descansar un poco.
Al día siguiente, al alba, el señor del castillo se vistió con un traje de seda negra, colocó sobre su cabeza una tiara de plomo y deslizó por sus brazos tres brazaletes del mismo metal e incrustados de ónix, zafiros y perlas negras. En su dedo puso un anillo de plomo con una piedra engastada sobre la cual había grabada finamente una serpiente enroscada. A continuación cogió un pentáculo sobre el que inscribió los nombres de los cuatro demonios que presidirían la operación: Anazachia, Omliel, Arankial y Anachiel. Acabados estos preliminares emprendió la preparación de un polvo para sahumar compuesto de óxido de cobre, creta, clorato y azufre. Luego confeccionó un haz de varillas: una de sauce, las otras de oro, plata, cobre, hierro, estaño, plomo y amalgama de mercurio, es decir los metales correspondientes a los siete planetas astrológicos. De su cintura colgaba un cuchillo cuya hoja él mismo había templado en el agua filosofal, y el mango estaba tallado en un trozo de ciprés cortado bajo una luna creciente.
Así equipado, Lodaus hizo señas a Ai-d´Moloch para que le siguiera y subió al primer piso de la mansión, a una habitación vacía cuya única ornamentación consistía en un gran tapiz que representaba el vuelo de un cisne. Allí era donde por lo general se entregaba a las evocaciones, pues el particular dibujo del tapiz le permitía captar más fácilmente los espíritus del más allá. Tras haber realizado las sahumaduras prescritas y colocado las varillas según la tradición, con una sanguina trazó un triángulo sobre el suelo de la habitación y colocó un cirio en cada una de sus puntas, después escribió con tiza el nombre de Yalthar el Héroe. Entonces penetró en el triángulo y comenzó el conjuro.
—Astaroth, amo de los espíritus rebeldes, te ruego que me seas favorable y que hagas de manera que Josette Rueil, hoy difunta, se me aparezca bajo forma humana, con fuerza y sin mal olor. Actúa prontamente tal como te lo ordeno, si no yo sabré castigarte en este mundo o en cualquier otro. Yo, Joachim Lodaus, El Amo, te exijo, oh Astaroth, que hagas aparecer a esa mortal ante mis ojos en este mismo instante. Luego se calló y observó atentamente los motivos del tapiz que colgaba frente a él. Varios minutos transcurrieron sin que nada ocurriera y Lodaus lanzó una mirada impaciente al Maestro gato que, desde el fondo del cuarto, también miraba el vuelo del cisne. A medida que pasaba el tiempo su impaciencia llegaba al límite."

Jacques Sadoul
La pasión según Satán


"No encontrarán más que ruinas. No tendrán entonces más remedio que regresar a nuestra tierra, pero con la muerte en el alma y en el corazón una tristeza eterna...
Fragmentos en los que se trata precisamente de esta última. "Y Houénon, la de los bellos muslos, gustaba de divertirse con los hombres. Les enseñaba las caricias y las otras artes de Houénon, la música y la danza. Pero les enseñaba también los secretos de los dioses. (...) y Thana, la azul de las largas piernas, odiaba a Afrodita por su lascivia. La Atenéada del broquel viviente la odiaba porque Houénon la de los bellos muslos enseñaba a los hombres los secretos de los dioses.» Y más adelante: «los crucianos adoran a Houénon bajo dos formas: bajo la forma de Miria es reina de los dioses y los ángeles y madre del rey de los dioses, es el de las manos agujereadas, y bajo la forma de Magadalén es la desvergonzada y la lasciva.» Este universo y el nuestro tienen, sin duda, puntos comunes, pero el autor nunca dice explícitamente en qué momento se separaron. Unas pocas referencias a dos satélites permiten suponer que una catástrofe cósmica pudo ser su causa. Charles Duits tiene el acierto de no explicar nada, de no justificar nada, de escribir como si realmente viviéramos bajo el reinado de Hagamon IV, hijo visible de Urano, primero de los rumíanos.
Todavía citaré dos novelas de literatura general, aparecidas en 1972, que toman su temática de la ciencia-ficción. la primera es La vie sur Epsilon, de Claude Ollier. Vemos en ella a cuatro astronautas encargados de explorar el planeta Epsilon quedar prisioneros de este mundo desconocido al haberse averiado su nave. La continuación del relato, que mezcla escenas pasadas y presentes, rompe el hilo dramático y trata de mostrar las modificaciones psíquicas de los personajes. Propósito interesante, desgraciadamente frustrado por un estilo «literario» tan afectado como ineficaz. Mucho mejor es la novela de Robert Merle Malevil, que narra la vida de un grupo de hombres que han escapado a la muerte atómica porque embotellaban vino en las bodegas del castillo de Malevil. Ninguna originalidad en el tema, desde luego, pero Merle ha escrito una buena novela postatómica, bien construida y bastante aterradora."

Jacques Sadoul
Historia de la ciencia ficción moderna