"Nosotros, diputados del Colegio principal de la Rosacruz, visitamos visible e invisiblemente esta Villa por la gracia del Muy Alto, hacia Quien se vuelve el corazón de los Justos. Mostramos y enseñamos a hablar sin libros ni marcas, a hablar toda clase de lenguas de los países en los que deseamos permanecer para liberar a los hombres, nuestros semejantes, del error de la muerte. Si alguien quiere vernos solamente por curiosidad, jamás comunicará con nosotros, pero si la voluntad le lleva a inscribirse realmente en el registro de nuestra Confraternidad, nosotros, que juzgamos los pensamientos, le haremos ver la verdad de nuestras promesas; no revelaremos el lugar donde nos alojamos en esta ciudad, porque los pensamientos, junto a la voluntad real del lector, serán capaces de hacernos conocer por él y de que él nos conozca a nosotros."

En 1623, colocaron sobre los muros de París unos carteles con este texto 
Tomada del libro Enigma. De las pirámides de Egipto al asesinato de Kennedy de Bruno Cardeñosa y Juan Antonio Cebrián