"En la noche del 3 de abril de 1876, al volver del campo- donde estuve trabajando desde las cinco de la mañana y subir a la habitación nuestra- encontré la puerta cerrada y como al llamar no me contestó nadie, metí la mano por la gatera y saqué la llave de la puerta que yo mismo dejé allí cuando me marché a la mañana, quedándose mi mujer en la cama buena y sana. Al entrar en la alcoba vi que estaba agonizando. Salí asustado y busqué a un médico, el cual al ver que mi mujer no hablaba y que iba a expirar, mandó que viniera un cura y le diese la Unción."

Juan Díaz de Garayo Ruiz de Argandoña, conocido como El Sacamantecas