"Si tu corazón encuentra más placer en leer novelas, ver televisión, ir al cine, conversar con tus amigos, aún más que sentarte solo con Dios y abrazarlo, compartiendo su cuidado y sus cargas, llorando y regocijándose en Él, ¿cómo es que entonces aspiras a estar por y para siempre frente a su presencia en el Cielo?"

Keith Green