Casa Vacía

"Toda la casa está llena de ausencia.
La telaraña del recuerdo
pende de todos los techos.

En la urna de las vitrinas
están presos los ruiseñores del silencio.

Hay preludios dormidos
que esperan la hora del regreso.

El polvo de la sombra
se pega a los vestidos de los muros.
En el reloj parado
se suicidaron los minutos."

Ernesto López-Parra



"Si la vida es dura y mala y nos acecha una adversidad, preferible es hacerla frente a refugiarnos en la mentira de una rosada esperanza… Pero no puede vivir feliz el que no quiera saber si vive de mentiras o de verdades, y menos aun quien, convencido de que vive de mentiras, se resigna a seguir viviendo. No hay amor sin verdad, como no hay verdad sin amor. «La única fe admisible es la fe de la verdad», ha dicho BUCHNER, condenando el fanatismo de las religiones positivas. «¡La verdad, Señor, la verdad! »No puede consolarnos de nuestras penas el engaño, ni logra vivir en paz mucho tiempo quien de mentiras vive, porque la verdad le sale al paso con el frío de su realidad y de su justicia. Los que amasan su historia con perfidias, mintiendo cínicamente un crédito que mermó su propia insinceridad, viven siempre en precario; su vida es una letra cuyo vencimiento ha de llegar antes de que se cumpla el plazo. La verdad, cualquiera que sea. Combatir con ella, es librarse de todas las asechanzas y prevenirse contra todos los peligros posibles; es limpiar el aire de miasmas y el espacio de sombras, y el corazón de rencores y de dudas. Morir es ahogarse en mentiras; caer en la sima en que cayó Hamlet y debatirse como Segismundo en una lucha agotadora y estéril. Hay quien teme a la verdad, porque en ella se ejecuta sin querer, porque es la horca de los que van viviendo del miedo de los demás y de su propio miedo. Pero los que hicieron de su vida un culto y viven con los ojos abiertos a las verdades eternas, se asfixian cuando sus pulmones tienen que respirar el aire del engaño, que es siempre aire de esclavitud…"

Ernesto López-Parra
Tomada del libro Aberraciones psíquicas del sexo de Mario Roso de Luna, página 9