"De vez en cuando una obra consigue recoger y traducir todas las necesidades que atormentan el alma a lo largo de un siglo y le dan su sentido; es lo que pasa con La Libertad guiando al pueblo, donde el clamor de una generación en marcha se convierte en un himno unánime y sonoro."

René Huyghe
Tomado del libro De la Mona Lisa a los Simpson de Francesca Bonazzoli y Michele Robecchi


“El arte y el hombre son indisociables. No hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte. Pero con éste, el mundo, se hace más inteligible, más accesible y más familiar. Es el medio de un perpetuo intercambio con lo que nos rodea, una especie de respiración del alma, bastante parecida a la física, sin la que no puede pasar nuestro cuerpo. El ser aislado o la civilización que no llegan al arte están amenazados por una secreta asfixia espiritual, por una turbación moral.”

René Huyghe
 El arte y el hombre


"En las formas inventadas por el hombre, hay ante todo, una fuente abstracta. Estas surgen a veces de su cerebro o se plantean a partir de los supuestos de los que disponen las leyes fundamentales de su pensamiento, es decir, estas formas se producen a través de un acercamiento a las figuras simples de la geometría. Esta actitud confirma la práctica de un principio claro e inteligible: un esfuerzo por reducirlo todo a la unidad, un esfuerzo por alcanzar la repetición, la simetría , la alternación. (...) La fuente figurativa confirma el principio animista o arte realista. Sugiere la representación del bisonte o del mamut y hasta del mismo ser humano. (...) La fuente concreta procede de las necesidades técnicas. Nace del azar, de la solución práctica exigida por el uso de un objeto e impuesta también por su naturaleza material, para después convertirse en placer decorativo.
Y como si fuera una ley, dichas fuentes son proclives a combinarse en el momento en que se afrontan a que: toda forma nacida de la copia de un objeto real, tiende a estilizarse, o a obedecer cada vez más a las leyes fundamentales de simplificación y de ordenación, para luego alcanzar las formas abstractas de la figura geométrica. Sin embargo, cuando se ha llegado a este estadio, en el que se pierde su semejanza con el objeto real, el hombre no puede privarse de hacerle significar de nuevo algo en el grado de las analogías que le sugiere. Y así es obligada la representación, a hacer un esfuerzo por parecer de nuevo alguna cosa real (naturalizarse) o bien a convertirse en símbolo de alguna otra realidad."

René Huyghe
 El arte y el hombre