"El azar de que el hijo nazca adventiciamente se remedia hasta cierto punto, conociendo que los matrimonios jóvenes son funestos para los hijos. Diñase que la Naturaleza, al poner en razón inversa al amor individual y al de la especie, pretende sustraer a la casualidad y someter a un régimen científico lo más importante de la Creación: la continuidad. De esta suerte, la juventud cede a la madurez el cetro genesiaco. Los hombres de veinte años, incompletos de ciencia y de experiencia en la vida, son también incompletos en el amor. El amor, como flor, exige primavera: como fruto, madurez, otoño…"

Cristóbal de Castro Gutiérrez
El horóscopo de los hijos
Tomada del libro Aberraciones psíquicas del sexo de Mario Roso de Luna, página 171