"En las montañas hago lo que pienso que debo hacer. Soy yo la que toma la decisión."

Edurne Pasabán Lizarribar

"Me faltaba el decimoquinto ochomil, que es ser madre."

Edurne Pasabán Lizarribar



"No pasa nada por que una persona tenga que tomar una pastilla. Tomamos una pastilla para el tiroides o el azúcar, por qué no podemos tomar una para poner esto bien."

Edurne Pasabán Lizarribar



 "Tras pasar un mes en un hospital psiquiátrico, un día caí en lo más profundo del pozo. Un día me sentí sola, tan desgraciada, me desgarraba una desesperación tan intensa que quise terminar con todo. Cogí los frascos de antidepresivos, volqué en el hueco de mi mano la máxima cantidad que pude y me los tragué, mientras, de la manera más torpe posible, intentaba cortarme las venas de la mano izquierda. Y acto seguido, muy rápidamente, antes de que las pastillas me hicieran efecto (puesto que mi muñeca apenas sangraba) tuve tanto miedo que llamé de inmediato al teléfono de urgencias. (...) Y ya no recuerdo nada más, sólo que me desperté en la cama del hospital."

Edurne Pasabán Lizarribar


"Yo he visto la muerte más cerca aquí que en las montañas. La depresión estuvo a punto de quitarme la vida dos veces. Pasé de jugarme la vida escalando montañas a un hospital psiquiátrico. El psiquiatra no entendía que una persona fuera capaz de subir allá arriba pero no de vivir aquí abajo... Con 32 años tenía amigas que ya estaban casadas y con hijos. Seguían los roles marcados pero yo estaba volcada en mi carrera y eso me destrozaba."

Edurne Pasabán Lizarribar