"¿A partir de cuántos lectores deja un libro de ser literatura?"

Fernando Aramburu


"Algunos elogios causan moretones."

Fernando Aramburu


"El miedo, para el que lo necesite."

Fernando Aramburu


"El totalitarismo es por principio un caso extremo de mala educación." 

Fernando Aramburu Irigoyen 


"En ocasiones, el ego no le permite a uno verse a sí mismo." 

Fernando Aramburu



"Envejecemos para que otros puedan pasar de la infancia a la juventud y de esta a la madurez. Se podría decir que envejecer no es sino hacer sitio a los que vienen por detrás." 

Fernando Aramburu



"Escribí sin odio contra el lenguaje del odio y contra la desmemoria y el olvido tramado por quienes tratan de inventarse una historia al servicio de su proyecto y sus convicciones totalitarias."

Fernando Aramburu



"Están en contra del capitalismo, pero a favor del dinero propio."

Fernando Aramburu


"Fue entonces cuando comprendí que no era un arrebato furioso de Fede el motivo de nuestra marcha precipitada. Nos estábamos escapando.
Sucedió a la cena una larga velada en la que también participaron los pequeños. Estos fueron acostados más tarde que de costumbre, según se iban quedando dormidos en brazos de sus respectivas madres.
Serían las nueve cuando el padre de Hendrik desenfundó la guitarra. Su mujer lo acompañó con un pandero. A veces lo golpeaba con la palma de la mano, a veces con un mazo rematado en una bola. Parecían las dos familias muy puestas en aquello de cantar a coro. Entonaron canciones en inglés y, supongo, en sueco.
Ocurrió entretanto lo que yo temía. Nos pidieron a Fede y a mí que cantáramos en nuestro idioma. Nos pusimos de acuerdo en cantarles Campana sobre campana. Apenas pasé de mover los labios durante la primera estrofa. Fede me acusó de miedoso y siguió cantando solo. Seguro de que no podían entenderle, cambió la letra tradicional por groserías. Burdel, campanas del burdel, que las fulanas tocan y así por el estilo. Al final los suecos aplaudieron.
La noche, una noche agradable de verano, con estrellas, sin viento, cayó sobre el grupo cantarín. Acabada la sangría, los mayores colocaron en el centro de la mesa su botella habitual. Los pequeños corrían de un lado para otro. Nils y Hendrik me hicieron una seña para que los siguiera. Lejos del barullo compartimos el cigarrillo de todos los días junto a la tapia. Después, como de costumbre, nos fuimos a la terraza de la cafetería y más tarde a espiar por las ventanas de los bungalós al acecho de parejas acopladas.
Nos quedamos bastante rato observando una escena curiosa. Una mujer de unos cincuenta años, aunque no estoy seguro, pegaba bofetadas a un anciano sentado en una silla de ruedas. No le pegaba fuerte ni seguido. A ver si me explico. Daba vueltas alrededor de él, hablándole; de pronto se detenía, lo abofeteaba una o dos veces con poca saña y continuaba dando vueltas, hablando y gesticulando, sin que el anciano protestara ni hiciera nada por defenderse. Nils enseguida quiso sacudir un golpe con el nudillo en el vidrio, pero Hendrik se lo impidió.
Si descuento aquello no vimos nada interesante. Bueno, esa fue mi impresión. Faltando poco para la medianoche emprendimos la retirada. Mis amigos iban discutiendo en su idioma y empujándose por el sendero. Quizá por esta causa no distinguieron a Ronja como a unos cien metros de distancia, a punto de adentrarse en la oscuridad de los pinos. Estuve a punto de llamarles la atención sobre ella; pero la lengua se me quedó parada cuando reconocí en el hombre que llevaba a Ronja de la mano la camisa floreada que se había comprado Fede dos días antes en Albufeira.
Un gemelo y las dos hermanas de Hendrik todavía correteaban por la parcela de las autocaravanas. La mongolita lanzaba unos berridos extraños. La vi golpearse con el cubo de plástico en la cabeza, seguramente porque no quería acostarse. Su madre la regañaba, o eso es lo que a mí me parecía, mientras el resto de los adultos jugaba con tranquilidad a los dados.
Esperé la primera ocasión en que nadie me mirase para irme a dormir. Me daba corte decir buenas noches en inglés, no digamos con las palabras en sueco que un día, achuchado por los cuatro adultos con la complicidad de Fede, tuve que resignarme a aprender. Pero lo que yo más temía en aquellos momentos era que intentasen enredarme en una conversación. Estando Fede a mi lado me importaba menos porque entonces él hacía de intérprete.
Me dormí, como en las noches precedentes, oyendo el rumor de sus voces y alguna que otra risa. Al cabo de no sé cuánto tiempo me sobresaltó un retumbo. Algo había chocado con fuerza contra la pared de la autocaravana. Tembló la litera y yo pensé que Fede se habría vuelto a emborrachar. Lo pensé tan sólo unos instantes, lo que tardó en producirse el siguiente retumbo."

Fernando Aramburu
El vigilante del fiordo



"Había contraído la fiebre de leer.."

Fernando Aramburu


"Los libros ¿Cómo van a cambiar la realidad si la realidad no lee libros?" 

Fernando Aramburu



"Me niego a meter pacotilla histórica con propósitos meramente ornamentales."

Fernando Aramburu



"¿Para qué callar lo que siento si, aunque me calle, no voy a dejar de sentirlo?"

Fernando Aramburu


"Pedir perdón exige más valentía que disparar un arma, que accionar una bomba. Eso lo hace cualquiera."

Fernando Aramburu



"Pero un hombre puede ser un barco. Un hombre puede ser un barco con el casco de acero. Luego pasan los años y se forman grietas. Por ellas entra el agua de la nostalgia, contaminada de soledad, y el agua de la conciencia de haberse equivocado y la de no poder poner remedio al error, y esa agua que corroe tanto, la del arrepentimiento que se siente y no se dice por miedo, por vergüenza, por no quedar mal con los compañeros. Y así el hombre, ya barco agrietado, se irá a pique en cualquier momento."

Fernando Aramburu



"Se ensalza la guillotina pensando en las cabezas de otros."

Fernando Aramburu



"Si hay que apartarse del testimonio del informante, se hará. Primero la literatura; después, si queda sitio, la verdad."

Fernando Aramburu


"Te preguntas: ¿Ha merecido la pena? Y por toda respuesta uno se encuentra con el silencio."

Fernando Aramburu



"Tú lee todo lo que puedas. Reúne cultura. Cuanta más, mejor. Para que no te caigas al agujero en el que están cayendo muchos."

Fernando Aramburu
Patria