«Hic stupor est mundi, qui scibile discutit omne»
Éste es el asombro del mundo, que se aplicó a todo conocimiento (que se puede saber)

“El Tostado”
La inscripción que reza sobre su sepulcro


“Yo, ¡como el carbonero!, hijos, ¡como el carbonero!”
(...)
El carbonero aludido por el obispo era muy conocido en Ávila. Se cuenta que en cierta ocasión le preguntaron: —¿Tú en qué crees? —En lo que cree la Santa Iglesia. — ¿Y qué cree la Iglesia? — Lo que yo creo. —Pero ¿qué crees tú? — Lo que cree la Iglesia…

Alonso Fernández de Madrigal, más conocido como «el Tostado» o «el Abulense»
 Tomado del libro de Jesús Callejo, Misterios de la Edad Media, página 87

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