"Al dejar esta isla, mejor dicho, el puerto, encontramos un junco que venía de Burné. Le hicimos señas para que se detuviese; pero como no quiso obedecer, le perseguimos, le cogimos y le saqueamos. Conducía al gobernador de Pulaoán, con uno de sus hijos y su hermano; le emplazamos a que en el término de siete días pagase por rescate cuatrocientas medidas de arroz, veinte cerdos, otras tantas cabras y ciento cincuenta gallinas. No sólo dio todo lo que pedíamos, sino que añadió espontáneamente nueces de coco, bananas, cañas de azúcar y vasos llenos de vino de palmera. Para corresponder a su generosidad le devolvimos una parte de sus puñales y fusiles y le dimos un estandarte, una túnica de damasco amarillo y quince brazas de tela; a su hijo le regalamos un manto de paño azul, etc., y su hermano recibió una túnica de paño verde. Hicimos también regalos a los que les acompañaban, de manera que nos separamos buenos amigos.
Retrocedimos y volvimos a pasar entre la isla de Cagayán y el puerto de Chipit, navegando al Este cuarto Sureste para buscar las islas Malucco. Pasamos cerca de ciertos islotes, donde vimos el mar cubierto de yerbas, aunque había gran profundidad; nos pareció estar en otros parajes.
Dejando Chipit al Este, reconocimos al Oeste las dos islas de Zoló y Taghima, donde, según nos dijeron, se pescan las perlas más bellas. Allí encontraron las ya citadas del rey de Burné; he aquí cómo las poseyó: este rey se había casado con una hija del rey de Zoló, quien le dijo un día que su padre tenía dos gruesas perlas; envidioso el rey de Burné, una noche salió con quinientas embarcaciones llenas de hombres armados, se apoderó del rey de Zoló, su suegro, y de dos de sus hijos, y les libertó a condición de que le darían dichas dos perlas."

Antonio Pigafetta
Primer viaje alrededor del globo



"En el año de 1519 me hallaba en España en la corte de Carlos V, Rey de romanos, en compañía de Monseñor Chericato, Protonotario Apostólico entonces y predicador del Papa León X, de santa memoria, quien por sus méritos fue elevado a la dignidad de Obispo y Príncipe de Teramo. Ahora bien, como por los libros que había leído y por las conversaciones que había sostenido con los sabios que frecuentaban la casa de este prelado, sabía que navegando en el Océano se observan cosas admirables, determiné de cerciorarme por mis propios ojos de la verdad de todo lo que se contaba, a fin de poder hacer a los demás la relación de mi viaje, tanto para entretenerlos como para serles útil y crearme, a la vez, un nombre que llegase a la posteridad."

Antonio Pigafetta o de Pigafetta
Tomado de la Wikipedia


"Este hombre era tan alto que nuestras cabezas apenas le llegaban a la cintura, y su voz era como la de un toro."

Antonio Pigafetta
Tomada del libro Extrañas criaturas del tiempo y el espacio de John A. Keel, página 52








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