Amor completo

"¿Has anhelado, a través de los cansados días,
La visión fugaz del rostro amado?
¿Has clamado por un instante de paz
En medio del dolor de las penosas horas?
¿Has rogado por el sueño y la muerte,
Cuando el dulce e inesperado consuelo
Fue sólo sombras y aliento?
Hace mucho, demasiado, que el miedo no disminuye
Sobre estas ilusorias y reptantes flores.
Ahora descansa: pues aún en el reposo
Podrás conservar todos tus anhelos.

Debes descansar y no temer
Al acechante y sordo despertar
De una vida que transcurre a ciegas;
Llena de desperdicios y penas.
Debes despertar y pensar en lo dulce
Que es tu amor, en su íntimo ardor.
Será más dulce para los labios que conocerás,
Más dulce de lo que tu corazón intenta ocultar:
Anhelos absolutos e insatisfechos.
La respuesta a todas las esperanzas
Se cierran sobre tí, muy cerca.

Recordarás los antiguos besos,
Y aún el frío dolor que crecía.
Recordarás aquella poderosa dicha,
Y aún los ojos y las manos perdidas.
Recordarás todo el remordimiento
Por lo escasos que fueron sus besos,
El sueño perdido de cómo se conocieron
Es el sabor a miseria en tus labios marchitos.
Entonces parecía Amor, pero nacido para morir,
El Hoy es inquietud, dolor:
La bendición es el olvido, el silencio;
Mi Amor es solitario, más nunca será un secreto."

William Morris





“Cada uno de nosotros está comprometido a vigilar y custodiar el justo ordenamiento del paisaje terrestre; cada uno con su espíritu y sus manos, en la porción que le toque, para evitar que el tesoro que transmitamos a nuestros hijos sea menor que el que nos dejaron nuestros padres.” 

William Morris


"Constituye un gran dolor para mí saber que ni siquiera en este instante puedo tocar tu mano y rodearte con mis brazos y besar esos labios que me aman. Sin embargo, así ha de ser. Amor mío, aunque deseo permanecer aquí contigo sin que importe lo que nos digamos, nuestro contacto se hace peligroso, ya que siempre me espía un ser maligno, que ahora acaba de seguir los pasos del hijo del Rey hacia la casa, pero que volverá de inmediato; debemos separarnos. Aún queda tiempo para una o dos palabras: primero, el plan que he formado para nuestra liberación sigue en pie, aunque aún no me atrevo a contártelo ni tenemos tiempo para ello. Pero te diré esto: así como grande es la sabiduría de mi Señora en la hechicería, yo también poseo algún conocimiento del que ella no dispone, y es el de cambiar tan profundamente el aspecto de la gente que dejan de parecerse a quienes eran, sí, y adquieren la forma de otro. Segundo: sea lo que fuere que te pida mi Señora, cumple su voluntad hasta donde consideres que le place. También quiero advertirte de que me veas donde me vieres, no me hables, no me hagas ninguna señal, ni siquiera cuando parezca que estoy sola, hasta que yo no me incline y toque el anillo que hay en mi tobillo con la mano derecha; y si así lo hiciera, quédate quieto hasta que yo hable. Lo último que vaya decirte, mi querido amigo, antes de que sigamos nuestros respectivos caminos, es que cuando seamos libres y conozcas todo lo que he hecho, te ruego que no me consideres una persona maligna y perversa, y que no te encolericen mis actos pasados, porque sabes que no actúo como otras mujeres. He oído decir que cuando un caballero se dirige hacia la guerra, y vence a sus enemigos con el uso de la espada y de taimadas artimañas para regresar a casa sano y salvo, todos le alaban y le bendicen y coronan su cabeza con fiares y alardean de él ante Dios en la iglesia por haber liberado y salvado a la ciudad y a los amigos. ¿Por qué habrías de ser tú peor para mí por semejantes actos? Ya todo ha sido dicho, querido; ¡adiós, adiós!
Entonces, dio media vuelta y, con un ligero rodeo, se encaminó a toda velocidad hacia la casa. Cuando se hubo marchado, Walter se arrodilló y besó la tierra donde habían estado sus pies. De inmediato se levantó y, lentamente, él también se dirigió a la casa por el camino principal.
Por la mañana temprano, Walter vagabundeó alrededor de la casa hasta que transcurrió buena parte de la mañana y, cuando cayó la tarde, cogió el arco y las flechas y se adentró en el bosque en dirección norte con la intención de conseguir alguna pieza de caza. Había recorrido un buen trecho cuando pudo matar a un cervato. Después, se tumbó a descansar bajo la sombra de un gran castaño, ya que aún hacía mucho calor. Mirando a su alrededor, descubrió un valle pequeño que era atravesado por un arroyo de apariencia agradable; se le ocurrió darse un baño y hacia allí se dirigió para disfrutar de las frescas aguas y de los bancos plagados de una hermosa hierba. Salió del arroyo y se tumbó desnudo durante un rato sobre el césped con el agua rozándole los pies y sintiendo la fresca brisa que levantaban las amplias ondas de la corriente."

William Morris
El bosque del fin del mundo



"Dame amor y trabajo, solo estas dos cosas."

William Morris


"De tal suerte las mujeres los llevaron bordeando el riachuelo, y Hallblithe caminó al lado del Águila del Mar; en cuanto a aquéllas, volvían a sentirse alegres, jugando y corriendo alrededor de ambos como cabritillas, cruzando a pie desnudo los bajíos del límpido arroyuelo para quitar de sus miembros la sal del mar, y perdiéndose entre los prados, donde arrancaban flores para hacer guirnaldas y coronas con las que adornarse y, también, para ponérselas al Águila del Mar, pero no a Hallblithe, porque aún lo temían. Y así prosiguieron mientras el arroyuelo los conducía hasta las colinas, donde los prados que rodeaban a éstas eran más hermosos y floridos que los anteriores, si es que tal cosa es posible. Vieron gente en lontananza y no se juntaron con nadie durante un buen rato, excepto con un hombre y una doncella vestidos de manera liviana, tal y como corresponde a los días de mediados del verano, que vagaban juntos en amor y compaña junto a la ribera del riachuelo, mirando sorprendidos a la robusta Águila del Mar y a Hallblithe con su reluciente lanza. La damisela de negra cabellera los saludó y les dijo unas palabras, y ellos rieron de alegría, y el hombre se agachó entre las hierbas y las flores de la ribera y sacó una cesta, disponiendo primorosas vituallas en la hierba situada bajo un álamo y rogándoles a todos que aceptasen su invitación en aquel agradable atardecer. De tal suerte, todos se sentaron en aquel lugar desde donde podían ver el rutilante arroyo y comieron, bebieron y se divirtieron. Tras de lo cual, los recién llegados y quienes los conducían se alejaron de ellos con amables palabras y volvieron sus rostros hacia las colinas.
Finalmente vieron ante sí una pequeña colina cubierta de árboles bajo la cual había algo de color rojo que centelleaba y otras cosas que resplandecían bajo el sol con mucho colorido."

William Morris
Historia de la llanura esplendente



"El pasado no está muerto, vive en nosotros y continuará vivo en el futuro que ahora estamos ayudando a construir."

William Morris


"El Señor de aquellos dominios era un gran rey, coronado y cetrado. Como una llama blanca resplandecía su rostro, perfilado como un rostro de piedra; pero era un fuego que se transformaba y no carne, y lo surcaba el deseo, el odio y el terror. Su cabalgadura era prodigiosa; no era caballo ni dragón ni hipogrifo; se parecía y no se parecía a esas bestias, y cambiaba como las figuras de un sueño."

William Morris
El anillo dado a Venus
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 98




"El verdadero secreto de la felicidad se encuentra en tener un interés genuino en todos los detalles de la vida cotidiana."

William Morris



"Hagamos socialistas. Los socialistas no podemos hacer otra cosa que sea útil."

William Morris
¿Dónde estamos ahora?




"Hay gentes a las que el solo hecho de respirar parece dar alegría."

William Morris




"La historia ha recordado a los reyes y guerreros, porque ellos destruyeron; el arte ha recordado a las personas, porque ellas crearon."

William Morris



"Las joyas de la vida no están enhebradas todas juntas en una sola hebra."

William Morris




“Los hombres luchan y pierden la batalla, y aquellos por lo que peleaban llega, pese a su derrota, y luego ya no parece ser lo que creían, y otros hombres deben luchar por lo que creen, bajo otro hombre.”
William Morris


"Me tomó años comprender que las palabras a menudo son igual de importantes que la experiencia, porque las palabras hacen que dure la experiencia."

William Morris



Muerte vergonzosa

Éramos cuatro en torno al lecho,
El sacerdote se arrodilló junto a él
Su madre de pie en la cabecera,
Frente a sus pies aguardaba la novia;
Estábamos seguros de que había muerto,
Aunque sus ojos permanecían abiertos.

No murió durante la noche,
No murió durante el día,
Pero en la luz del crepúsculo
Su espíritu falleció,
Cuando ni el sol ni la luna brillaban
Y en los árboles sólo flotaba un ámbar gris.

No fue muerto por la espada,
Tampoco por la lanza o el hacha,
Aunque nunca pronunció una palabra
Desde que aquí regresó;
Yo corté el delicado cordón
Del cuello de mi hermano querido.

Él no azotó su golpe
Y la cobardía viene detrás,
En un lugar donde tiemblan los cuernos,
Un sendero difícil de encontrar,
Pues los cuernos oscilan en los arcos
Y el crepúsculo ciega los corazones.

Ellos iluminaron una gran antorcha,
Donde rápidos se agitaron los brazos,
Sir John, el Caballero del pantano,
Sir Guy, del doloroso golpe altivo,
Con tres veces veinte caballeros más diez,
Colgaron al bravo Lord Hugh al final.

Yo soy tres veces veinte más diez,
Y mi cabello se ha tornado gris,
He conocido a Sir John del Pantano,
Hace mucho, en un lejano día de verano,
Y me alegra pensar en aquel momento
En el que arranqué su vida con mis manos.

Yo soy tres veces veinte más diez,
Y mi fuerza quedó en el pasado,
Pero hace mucho yo y mis hombres,
Cuando el cielo estaba nublado,
Y la bruma se arrastraba por las cañas del pantano,
Matamos a Sir Guy, el del doloroso golpe altivo.

Y ahora todos ustedes, caballeros,
Ruego que oren por Sir Hugh,
Un hombre duro y honesto,
Y por Alice, esposa de un guerrero.

William Morris



"Ningún hombre es suficientemente bueno para ser dueño de otro."

William Morris



"No quiero arte para pocos más que educación para pocos, o libertad para pocos."

William Morris



"No tengas nada en tu casa que no creas útil o hermoso."

William Morris


"¿Qué tratamos de realizar? Cambiar la organización social sobre la que reposa la prodigiosa estructura de la civilización, construida en el curso de siglos de conflictos en el seno de sistemas avejentados o moribundos, conflictos cuya salida fue la victoria de la civilización moderna sobre las condiciones naturales de vida."
William Morris


"Si no puedes aprende a amar el arte real, por lo menos aprende a odiar el arte falso y recházalo."

William Morris






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