"El conflicto y la política insensible llevan a la hambruna."

Winnie Byanyima


"En el mundo desarrollado hay muchos países donde las mujeres todavía se ven obligadas a tener que elegir injustamente entre su familia o su carrera profesional, sobre todo en lugares donde la tradición familiar y la religión fomentan que se queden en casa cuidando a la familia. En los países escandinavos o Alemania las cifras nos dicen que la participación femenina en el mercado laboral es buena, pero luego hay naciones del Sur de Europa, como Italia o Grecia, donde resulta muy baja, y la razón estriba en la falta de políticas públicas, pero también se debe a la acción de las propias empresas, que no fomentan que la mujer pueda incorporarse."

Winnie Byanyima


"En el mundo subdesarrollado hay que garantizar los derechos reproductivos de las mujeres... En muchos países, el hombre y la sociedad quieren que tengan muchos hijos. Eso hace que se pasen años dedicadas solo a la maternidad, lo que motiva que no acaben de entrar en el mercado laboral."

Winnie Byanyima


"La pobreza tiene origen en la injusticia."

Winnie Byanyima


"Me fui como refugiada a Inglaterra y eso supuso un gran impacto. Empecé a luchar por los derechos de la mujer, me matriculé en la universidad y me involucré con el partido laborista. Formé parte de un grupo de disidentes que desde allí luchaba por los derechos humanos en Uganda. Luego, una vez desaparecida la dictadura, regresé a mi país, me uní a movimientos en pro de los derechos humanos y me metí de lleno en política. Una de nuestras tareas era tratar de incrementar la participación de las mujeres en esta área, a nivel de gobierno local y también en el Parlamento."



"Terminar con la pobreza extrema es posible."

Winnie Byanyima


"Yo soy de Uganda, un país pobre, y en nuestra familia éramos tres hijas y tres hijos. La vida era muy sencilla: no teníamos agua ni electricidad, mi madre cultivaba los alimentos en la huerta y había que recorrer tres kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para asistir a la escuela. A pesar de eso, para ella, que fue profesora, era muy importante que nosotros recibiéramos una educación y, afortunadamente, los estudios primarios eran casi gratuitos, aunque la secundaria y la universidad sí eran caras. Otras no podían pagar y sacaban a sus hijas de la escuela para que ayudaran trabajando en el campo y acarreando agua, o bien las casaban a los 13 o 14 años, y ahí terminaban sus esperanzas. Pero yo tengo la suerte de que mi madre quiso un futuro mejor para mí e invirtió en mi educación."

Winnie Byanyima



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