"La impresión tenía más o menos 14,4 cm de longitud y mostraba los dedos del pie abiertos, como si nunca hubiese usado calzado, que causa que los dedos se mantengan juntos. El pie no parece haber tenido mucho arco y el dedo pulgar no es muy prominente."

Willian J. Meister
cuando al golpear con su herramienta una roca ésta se abrió como un libro dejándole de inmediato boquiabierto...porque, imposible o no, ¡un trilobite aplastado se hallaba incrustado a la altura del talón de un pie humano que calzaba una especie de bota puntiaguda de 32,5 centímetros de largo por 11,25 de ancho! 

“La marca del talón estaba incrustada en la piedra tres milímetros más que el resto de la huella. La pisada parecía pertenecer al pie diestro, porque el calzado estaba más desgastado en el lado derecho del tacón, como sucede en cualquier zapato de ese pie.”

Willian J. Meister
cuando al golpear con su herramienta una roca ésta se abrió como un libro dejándole de inmediato boquiabierto...porque, imposible o no, ¡un trilobite aplastado se hallaba incrustado a la altura del talón de un pie humano que calzaba una especie de bota puntiaguda de 32,5 centímetros de largo por 11,25 de ancho! 


“No es posible que eso esté ahí, sin embrago está.”

Willian J. Meister
cuando al golpear con su herramienta una roca ésta se abrió como un libro dejándole de inmediato boquiabierto...porque, imposible o no, ¡un trilobite aplastado se hallaba incrustado a la altura del talón de un pie humano que calzaba una especie de bota puntiaguda de 32,5 centímetros de largo por 11,25 de ancho! 








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