"Así como Heisenberg necesitaba la soledad de las caminatas por la montaña en una atmósfera sin polen, Dirac buscaba la tranquilidad monástica de los pabellones universitarios de St. John en Cambridge, Schrödinger recurría para inspirarse a algo un tanto diferente.
Schrödinger era un mujeriego conocido; a menudo sus aventuras amorosas eran la musa inspiradora de sus trabajos sobre física. Durante el receso navideño de 1925, realizó el descubrimiento más importante de su carrera durante un encuentro apasionado en su hotel romántico favorito del Tirol austríaco."

J. P. McEvoy o J. P. Mc Evoy o Joseph Patrick McEvoy o John P. McEvoy
Tomada del libro de Eduardo R. Zancolli, El misterio de las coincidencias 

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