"Casi todos los días sucede en nuestra vida un cierto tipo de evento que llamamos ‘coincidencia’. Dos cosas ocurren y, por alguna razón, la relación entre ellas nos llama la atención. Algunas de estas coincidencias no parecen obrar un gran efecto sobre nosotros, ni emocional ni intelectualmente, esto es, no parecen tener un gran significado en nuestras vidas. Son, como solemos llamarlas, “meras coincidencias”.
Sin embargo, si prestamos atención al efecto que obran en nosotros, experimentamos otra clase de coincidencia, una confluencia de sucesos que nos impacta. En el momento en que se da esta coincidencia sabemos que nos ocurre algo muy importante y significativo. Vemos y sentimos un significado en lo fortuito. Mientras que para algunos este tipo de casualidad puede parecer simplemente una ‘coincidencia’, nuestra experiencia nos indica que está sucediendo algo categóricamente distinto. Es esta segunda clase de coincidencia lo que el psicólogo suizo C. G. Jung llama “sincronicidad”. provocó una gran alegría, pero la sensación, lamentablemente duró solamente unos segundos. Enseguida se convirtió en impaciencia, e incluso casi en “enojo”, cuando señaló que iba a tardar un año y medio en editarse. Mi alma se rebeló con toda su vehemencia; no parecía estar dispuesta a esperar tanto tiempo para obtener las requeridas respuestas. El estado vibratorio aumentado que circulaba por mi sangre era una evidente manifestación de que mi alma no iba a quedarse tranquila por ese prolongado período.
Sentía claramente que iba a obligarme a buscar por otro lado. ¿Pero dónde? ¿Existían libros, además del de Jung, sobre el tema? ¿Cuáles? ¿Dónde encontrarlos? Una nueva búsqueda, sin camino aparente."

Robert Hopcke
Tomada del libro de Eduardo R. Zancolli, El misterio de las coincidencias 



"Estamos habituados a dividir el mundo entre lo exterior y lo interior, lo objetivo y lo subjetivo, y aunque esta división no tiene por qué ser necesariamente conflictiva, los occidentales formamos parte de una tradición que valora y exalta lo exterior y objetivo en perjuicio de lo interior y subjetivo. Y no hay nada más interno, individual y subjetivo que los sentimientos."

Robert Hopcke
Tomada del libro de Eduardo R. Zancolli, El misterio de las coincidencias 


"Las sincronicidades se producen sólo en época de gran necesidad o de especial apertura."

Robert Hopcke
 El azar no existe


"Este libro (El azar) surgió a partir de una situación planteada tras uno de esos peculiares sueños que se tienen de vez en cuando. En el sueño me veía atrapado en una historia que yo mismo estaba escribiendo, incapaz de convencer a mis personajes de que era su autor y que en realidad no pertenecía a la trama. Contrariado por no poder salir de mi propia historia y al mismo tiempo sorprendido, finalmente desperté... Pero ese día, recordando aquel vívido sueño, empecé a pensar en las historias y el papel que representan en nuestras vidas...
¿Qué había de cierto en el sueño? ¿Y si en realidad soy un personaje de una historia?... ¿Y si todos fuéramos realmente personajes de una historia? ¿Y si lo que experimentamos como nuestra vida fuera una obra de ficción? ¿Cómo podríamos saberlo?... ¿Cómo sabría un personaje que pertenece a una historia? Evidentemente sólo algo ajeno a la propia historia, algo que venga de más allá, podría atraer la atención de un personaje sobre la naturaleza de la historia que está viviendo. Sin embargo, fuera cual fuese ese extraordinario suceso, también tendría que formar parte de la historia, debería tener sentido o significado para los personajes, la trama, la presentación, el nudo y el desenlace, ¿no es así?"


Robert Hopcke
Tomada del libro de Eduardo R. Zancolli, El misterio de las coincidencias 
















No hay comentarios: