"Es malo, masculino, por el día frío, seco, melancólico [literalmente: negruzco de mezcla], rige los padres… la ancianidad y la chochez y los hermanos mayores y ancestros, y la sinceridad en el habla y en el amor, y la ausencia de impulsos…, y la experiencia de las cosas, el guardar un secreto y ocultarlo, el mucho comer y el silencio, los negocios meditados, el entendimiento y la facultad de distinguir; rige las cosas duraderas y permanentes, como la tierra, la ganadería, la agricultura, la labranza y los oficios respetables que tienen que ver con el agua, como el mando de navíos y su manejo, y la administración del trabajo, y la sagacidad y la fatiga, el orgullo, los servidores de los reyes, los pueblos piadosos, los débiles, los esclavos, los preocupados, los de baja cuna, los pesados, los muertos, magos, démones, demonios y gente de mala fama: todo esto cuando su condición es buena. Pero cuando es maligno rige el odio, la obstinación, el cuidado, la aflicción, la lamentación, el llanto, la mala opinión, la sospecha entre los hombres; y es apocado, proclive a la confusión, impenitente, temeroso, dado a la ira, no desea bien a nadie; rige además las ganancias avarientas, las cosas viejas e imposibles, los viajes lejanos, la larga ausencia, la gran pobreza, la avaricia para sí y para con otros, el uso de engaño, la necesidad, el asombro, la preferencia por la soledad, los deseos que matan por crueldad, la prisión, las dificultades, el dolo, las herencias, las causas de muerte. Rige también los oficios vulgares, como los de curtidor, sangrador, asistente de los baños, marinero, sepulturero, la venta de quincalla y objetos de plomo y huesos, así como el trabajo del cuero. Todo esto cuando es desafortunado. Le pertenecen la audición, la comprensión, los humores viscosos, pegajosos, negruzcos [melancólicos] y espesos, y de las partes del cuerpo el oído derecho, la espalda, las rodillas… la vejiga, el bazo, los huesos… y de las enfermedades la gota, la elefantiasis, la hidropesía, la hipocondría, y todas las enfermedades crónicas que proceden del frío y la sequedad. En la forma humana rige las circunstancias de que un niño recién nacido tenga pelo negro y rizado, vello espeso en el pecho, ojos medianos del negro al amarillo con las cejas juntas, huesos bien proporcionados, labios gruesos; el frío y la sequedad le vencen fácilmente. También se dice de él que es enjuto, apocado, delgado, estrecho, con la cabeza grande y el cuerpo pequeño, la boca ancha, las manos grandes, las piernas arqueadas, pero agradable de ver cuando camina, ladeando la cabeza, caminando pesadamente, arrastrando los pies, amigo del dolo y el engaño. Tiene la fe del judaísmo, la vestimenta negra; de los días el sábado, y la noche del miércoles… Le pertenecen el hierro, los remedios, el roble, las agallas, las letrinas, los sacos y las telas viejas y bastas, la corteza de la madera, la pimienta, el qust [una hierba], el ónice, las aceitunas, los nísperos, las granadas áridas… las lentejas, los mirobálanos, la cebada… el terebinto y todo lo que es negro, y las cabras y novillas, las aves acuáticas, las culebras negras y las montañas.
Júpiter es auspicioso, masculino, por el día cálido, húmedo, templado, y da sangre templada como la del corazón; de las edades del hombre, la juventud le pertenece…"


Alcabitius, Alchabitius o Al Kabisi
Sobre Saturno
Tomada del libro de Erwin Panofsky, Fritz Saxl y Raymond Klibansky Saturno y la melancolía



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