"Mientras el hombre vivió tomando como guía sus impulsos orgánicos y sus tendencias constitutivas, es decir, antes de que las grandes civilizaciones hicieran de él una criatura casi totalmente divorciada de la naturaleza, empleaba sistemas no decimales. La más elegante de estas creaciones artificiales fue el establecimiento del 10 como la base de sus cálculos… El sistema decimal se halla en permanente conflicto con nuestras tendencias naturales, carece de toda relación con nuestra configuración… la forma natural de multiplicar consiste en duplicar, como en 2, 4, 8…"

C. Laville (A 1, vol. 1, p. 209)
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 145

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