"Se conocía a Montu desde el Imperio Antiguo… [El animal sagrado de Montu era el toro, a quien se consagraron cuatro templos: Tebas, al Madamud, Armant y al Tud]… Habrá que esperar a la XII dinastía para la aparición de Amón como «Rey de los dioses»… Los animales sagrados de Amón eran el carnero y el ganso del Nilo… [Hay menciones de una colosal estatua de un carnero en el patio frontal del templo de Amón-Ra en Karnak]… En uno de los muros del templo Ajmenu, en Karnak, que forma parte del templo de Amón, está escrito: «Palacio de retiro del Alma majestuosa, alta sala del Carnero que atraviesa el cielo». [Cursivas del autor]."

Paul Barguet
Le temple d’Amon. Re a Karnak, El Cairo, 1962, p. 2 ss.
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 194


"Tres dificultades principales obliteran el sentido de las fórmulas. La primera es la referencia «al camino (que pasa) sobre el fuego», una designación que se podría considerar que se aplica a algo preciso; a modo de hipótesis, proponemos reconocer en ella el corredor que da acceso a las cámaras mortuorias, más exactamente el corredor que cruza la zona de granito y está dividido por varios rastrillos; el fuego, entonces, alude al propio granito. La segunda dificultad se refiere al término iknt, escrito sin un determinativo, y que aparece aquí dos veces, vinculado al «camino (que pasa) sobre el fuego»; ¿se debería relacionar con el verbo iknt, atestiguado únicamente en el papiro Westcar, con el sentido de «recoger (agua)», y que, por tanto, daría al término iknt el sentido de «servirse» o «servir»? Se tendría una forma verbal neutra relativa: «aquello que sirven los dioses», y esto podría expresar la elevación de los rastrillos graníticos para dejar libres los pasos. [Pero quizás este término iknt, en CT VI, 296r-s, que recoge y desarrolla el cap. 320 de las Pirámides: identificando la muerte de Ba-bi, «señor de la noche»], el texto da el «hijo de Iknt, el Sombrío, siendo el iknt de N. el que oculta al señor de la noche»; iknt designa, entonces, algo que disimula, un lugar oculto, acaso un pozo, como parece indicar el pequeño círculo que aquí determina a la palabra. En ausencia de un documento más explícito, resulta imposible decidir entre las explicaciones propuestas. La tercera dificultad la plantea el verbo sbn, «escurrirse, deslizarse, resbalar, cambiar de dirección»; aquí no cabe otro sentido que el sentido factual de «hacer deslizarse», como se da en presencia de un complemento directo; en el contexto de las fórmulas debe de expresar el acto de descorrer el cerrojo o de izar los rastrillos en sus guías…"

Paul Barguet
Revue d’Egyptologie, tomo 22, 1970
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 266

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