"El señor Sueño que es presumido pero no muy astuto añade un dice a esas palabras muy personales que se le caen de la pluma, creyendo con ello dar el pego, hacer creer que tales palabras no son suyas si parecieran débiles o discutibles. Cae en la trampa, al tomar sus distancias respecto de un señor Sueño narrador cuando él sabe muy bien que es él quien habla, al menos en este caso."

Robert Pinget
 Señor Sueño


"Le repito que si hay que ponerse a ver qué es o no normal, no vamos a acabar nunca y yo ya tengo suficiente. Se diría que ya no sabe qué preguntarme.
¿Cómo explica usted que entre todas las doncellas que desfilaron por la casa de sus patrones ninguna le haya hablado nunca de lo que habían oído tras la puerta del despacho del secretario?
¿Tantas vueltas para llegar aquí?
Responda.
Ya me lo ha preguntado.
Responda de nuevo.
No lo explicaré mejor que antes.
¿No dijo usted que Marthe estaba segura de que ellas sabían algo?
Ya le digo que ya me lo ha preguntado.
¿Y usted no sospecha que le hablaban de ello a Marthe y que ella se negaba a darle a usted los detalles?
No hay ninguna razón para ello. Marthe no tenía secretos. Si pensaba que las criadas sabían algo, es precisamente porque no decían nada.
¿De manera que se trataba de cosas comprometedoras?
Lo que compromete a unos no compromete a otros.
¿Qué quiere decir?
Que las doncellas tenían mucho miedo de que las despidieran. Les pagaban bien. Ya le he dicho todo esto. Ya se lo he contado. ¿Acaso hay que volver a empezar?
¿Cuál era la actitud del criado hacia las doncellas?
Las despreciaba como a perros.
¿Ellas lo respetaban?
Le tenían un miedo que temblaban.
¿No cree usted que el ascendente que tenía bastaba para que tuvieran la boca cerrada?
¿Y entonces yo y Marthe qué?
Estamos hablando del criado. Es posible que él fuera el responsable de que ellas no dijeran palabra.
Puede.
¿Le habló a usted Marthe del temor de las doncellas al criado?
Se daba perfecta cuenta de que no tenía necesidad de decirlo.
¿Cabe suponer que lo que ellas sabían de las conversaciones del secretario lo supieran por el criado antes que por sus indiscreciones tras la puerta?
No tengo ni idea."

Robert Pinget
El inquisitorio



"Me parece que lo que se comprende mejor es lo más difícil de decir."

Robert Pinget


"Tengan valor estas mínimas notas suyas marginales o no tengan ninguno, sin ellas dejaría de tener incluso con qué medir la insignificancia de su supervivencia."

Robert Pinget
 Señor Sueño



"Todavía no es el campo por desgracia, ni la soledad. Todavía estoy engatusado con los otros. Pero por lo menos ya no son las oficinas, hay que ser justos. Es una pensión de familia. En los suburbios. A unos cuantos kilómetros empieza el verdadero campo. Hace ya no sé, diez años más o menos que me instalé. Siempre hace diez años que hemos hecho algo. Fue en el momento en que ya no podía más, cuando el vaso iba a derramarse. Un amigo estaba en la misma situación y me arrastró a su proyecto. Tenía una plata ahorrada, él también, las juntamos y compramos esta pensión. Esta casa, pues. Era Gastón el que tenía la idea de hacer aquí una pensión de familia. Yo tuve que aceptar, debíamos tener con qué comer. Unos cuantos huéspedes, lo mínimo. Y ya está.
El jardín es espantoso. Veinte metros por veinte. En medio del castaño y al fondo del cobertizo, en un cuartito con repisas. No nos podemos quedar en el jardín por la fábrica de al lado. Un polvo negro por doquier y el olor a fritanga del comedor. En verano es una pena. Ya estamos todo el año unos encima de otros en la leonera, dan ganas de dispersarse a otra parte. Al principio intentamos mantener el jardín pero era mucho trabajo. Un polvo grasiento. Nada más limpiar las sillas y la mesa tomaba un tiempo. Renunciamos.
Me pregunto sinceramente, me lo preguntaré hasta el final, si estoy haciendo lo correcto al entrar en el meollo del asunto. Ya siento el peligro que me amenaza. Después del cuadro, los habitantes. Y con los habitantes, yo. Nunca podré hablar tranquilamente de sus ocupaciones ni describirles siquiera sin autoexaminarme. Todo se imbrica, todo se enmaraña, todo se opone. Habar hablado de Gastón ya me indispone. Tenía la intención de no decir nombres. Simplemente el director, la habitación uno, la habitación dos. Hubiera quedado anónimo, un tanto vago, un tanto flotante."

Robert Pinget
Alguien


"Y finalmente una semana más tarde, una carta. El señor Sueño se lanza a por ella, la abre. Es de Etienne.
Querido amigo,
Tu carta me ha llenado de alegría. Sí, ¡tanto tiempo sin vernos! Pero tú das la impresión de estar en plena forma como dicen ahora. No es mi caso ¡ay! Estoy sin poderme mover de la cama, convaleciente de una operación de próstata. No me habré repuesto para la fecha que propones. ¿No podrías retrasarla? He hablado de tu invitación a mis sobrinos que en principio estarían de acuerdo aunque todavía no saben si les viene bien a sus hijos, ya me dirán algo. Lógicamente dependerá de la otra fecha, en caso de que la haya. Sé que te creo dificultades pero ¡desearía tanto no dejar de ir a tu fiesta! A la espera de tus noticias.
Qué idea estar de la próstata dice el señor Sueño, estos viejos son todos iguales. Claro que me fastidia. ¿Qué haré?
Al día siguiente, carta de Edmond.
Querido amigo,
¡Qué sorpresa! ¡Después de tanto tiempo! Claro que acepto con sumo gusto y mi sobrino también y mis sobrinos nietos que irán con sus hijos. Así que seremos nueve si no te parece mal. Tenemos muchas ganas de reunirnos en tu casa. ¡Qué alegría! En cuanto a la fecha, ¿tendrías la bondad de adelantarla un poco?, yo tengo que ir al sur a principios de diciembre por culpa de mis viejos huesos. ¿Te trastorna mucho?, ¡desearía tanto no dejar de ir a tu fiesta! A la espera de tus noticias.
Y van dos dice el señor. Esto va bien. Al diablo los viejos huesos.
A los dos días, tercera carta.
Querido señor,
Mi tío le agradece su amable invitación que acepta para gran alegría de todos nosotros. He de decirle que desde hace seis meses padece una hemiplejia que nos ha tenido muy preocupados pero su carta lo ha revitalizado, lo que le agradecemos de todo corazón. No puede andar pero habla un poco, no lo suficiente como para evocar viejos recuerdos pero no importa, el lo entiende todo y esta fiesta será para él una alegría sin igual. Nos sumaremos mi esposa y yo, mis dos hijos y sus mujeres. Pero nuestro sobrino Evaristo se ha alejado de nosotros hace ya mucho tiempo, y no puedo dar noticia de él. Tampoco mi tío tiene sus señas.
Y van tres dice el señor Sueño. Estoy metido en un bonito lío."

Robert Pinget
Señor sueño







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