Calendario
 
Calendario
margarita de la muerte;
sí, no, de nuestra suerte.
Calendario, lapidario
viejo osario
de la muerte. 

¿Aún hay auras en tus hojas
para mí?

¿No habrá medio de que acojas
mis congojas?
Deshojas y deshojas,
mi corola carmesí. 

Calendario:
primavera de renuevos
esperanza de días nuevos.
Te deshojas,
calendario
al osario.
Y se va por tus umbrales
la ambición sin esponsales,
 en horribles bacanales...

Max Jiménez



En las aguas de los rios

Yo me iré
pero vendrás conmigo,
porque no han de borrarse
Las marcas de mis huellas;
porque te has visto en mis ojos
con el suave sentimiento
de una eterna lejanía…

Yo me iré,
pero vendrás conmigo,
por el eco de palabras
que empañaron tus dos ojos
y que abrieron tus dos labios:
una boca… un infinito…

Yo me iré
pero vendrás conmigo,
por haber sentido juntos
las auroras de la vida…
por haber comido juntos
del festín de la existencia,
por haber llorado juntos
en las aguas de los rios…

Yo me iré
pero vendrás conmigo.

Max Jiménez



"La esperanza es un espejo colgado en el futuro."

Max Jiménez



Mi fastidio

Como entrar en un túnel que no tiene salida,
como si el mundo fuera de un solo color,
sin que nadie se ausente eterna despedida
de mi propio fastidio cansado espectador. 

Un no encontrar salientes en la rocosa vida
que justifique en algo nuestra razón de ser,
Empeño en llenar odres que no han de dar medida;
jornada eternamente, desde antes de nacer. 

Hachazos oigo en el árbol: severo he de caer.

Max Jiménez



Revenar
(fragmento)

Porque es lo inevitable, todo habrá de pasar,
porque ahora lo digo, y es un minuto más.
¿En dónde están los otros, los que yo quiero amar?
Se llevaron mis mieses, me dejaron sin haz.
Si el paso por la vida pudiéramos grabar,
si hubiese un alma amiga, de suyo en la bondad,
que, palabra a palabra, el Eterno Nocturno volviese a recitar,
tal vez lo que es la nada, se tornara en
caricia de suave claridad.

Max Jiménez



Una oración

Señor, no puedo ya en la vida soportar este fardo;
me has dado más tristezas de las que yo puedo llevar.
Yo ha mucho, mucho, mucho, que cultivo sólo el cardo.
Señor Omnipotente, yo quiero que me dejes un rato descansar.

Yo he oído que el mundo que Tú hiciste de lodo,
y que, seguramente, Tú has amasado en llanto,
a más de noche obscura diste la luz solar,
del huerto de tus penas ya me has dado el acanto.
Señor Omnipotente, yo quiero descansar.

Max Jiménez











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