"Todas las personas que se lanzan prematura y temerariamente a la divina contemplación, merecen censura. Sin embargo, no debemos ir demasiado lejos en nuestra severidad, en vista de la experiencia de los religiosos que desprecian la contemplación y la prohíben a los miembros de su orden. Pues ha quedado bien probado por la experiencia y autoridad de muchos eclesiásticos que la verdadera y profunda contemplación posee más fuerza y más eficacia que todos los otros métodos de oración y plegaria, para dominar y abatir el orgullo humano y para mover a las almas tibias a poner en ejecución las órdenes de los superiores y trabajar con ardor por su salvación."

Claudio Acquaviva d'Aragona
Tomada del libro de Aldous Huxley Los demonios de Loudun, página 105

No hay comentarios: