"El pensamiento es la primera facultad de hombre, la expresión uno de los primeros atributos, y publicarlo su más estimable libertad."

Étienne Bonnot de Condillac



“El secreto del escritor está en comprender la armonía.” 

Étienne Bonnot de Condillac


"En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan."

Étienne Bonnot de Condillac


“Es propio de los usos establecidos el subsistir todavía, aun cuando hayan desaparecido las necesidades que los crearon.” 

Étienne Bonnot de Condillac


"La idea más perfecta que podemos formarnos de Dios es la de una primera causa independiente, única, infinita, eterna, omnipotente, inmutable, inteligente y libre, cuyo poder se extiende a todas las cosas."

Étienne Bonnot de Condillac



"Los hábitos arraigados siguen de pie aun después de haber desaparecido las necesidades que los formaron."

Étienne Bonnot de Condillac


"No haré más que indicar los diferentes grados de certidumbre, y remito al lector al arte de raciocinar, que es propiamente la declaración, o explicación de todo este capítulo.
La evidencia de que acabamos de hablar, y a la que llamo evidencia de razón, consiste únicamente en la identidad: esto es lo que hemos demostrado. Esta verdad es demasiado sencilla, para haberse ocultado a todos los Filósofos, aunque ellos tenían tanto interés en asegurarse de la evidencia, palabra que tenían continuamente en la boca.
Sé que un triángulo es evidentemente una superficie terminada por tres líneas, porque para cualquiera que entiende el valor de los términos, superficie terminada por tres líneas es lo mismo que triángulo: pues luego que sé evidentemente lo que es un triángulo, conozco su esencia; y puedo en esta ciencia descubrir todas las propiedades de la figura.
Vería igualmente todas las propiedades del oro en su esencia, si las conociese. Su peso, ductilidad, maleabilidad, etc. no serían más que su esencia transformada, que me presentaría en sus transformaciones diferentes fenómenos; y podría descubrir todas sus propiedades por un razonamiento que no sería más que una serie de proposiciones idénticas. Pero no lo conozco así. A la verdad cada proposición que hago sobre este metal, si es verdadera, es idéntica: tal es ésta: el oro es maleable; pues significa un cuerpo que he observado ser maleable, y que llamo oro, es maleable; proposición en que la misma idea se afirma a sí misma."

Étienne Bonnot de Condillac
La lógica o los primeros elementos del arte de pensar


"Para cumplir con este objeto, imaginamos una estatua organizada interiormente como nosotros y animada por un espíritu privado de toda clase de ideas. Supusimos, además, que el exterior de mármol no le permitiría el uso de ninguno de sus sentidos, y nos reservamos la libertad de despertarlos, según nos pluguiera, a las diferentes impresiones de que son susceptibles.
Creímos conveniente comenzar por el olfato, pues de todos los sentidos es el que parece contribuir menos a los conocimientos del espíritu humano. Los demás fueron luego objeto de nuestras investigaciones posteriores y, después de haberlos estudiado separada y conjuntamente, vimos que la estatua se convertía en un animal capaz de velar por su propia conservación.
(...)
La estatua, limitada al olfato, no puede conocer más que olores.
Los conocimientos de nuestra estatua, limitada al sentido del olfato, sólo pueden extenderse a los olores. No puede concebir las ideas de extensión, de figura ni de nada que esté fuera de ella o fuera de sus sensaciones, ni tampoco las ideas de color, de sonido o de sabor.
Con relación a sí misma, la estatua no es más que olores.
Si le presentamos una rosa, nuestra estatua es, con relación a nosotros, una estatua que huele una rosa, pero con relación a sí misma no es más que el olor de esa flor.
En consecuencia, es olor de rosa, de clavel, de jazmín, de violeta, conforme a los objetos que actúen sobre su órgano. En una palabra los olores sólo son para ella sus propias modificaciones o maneras de ser, y nuestra estatua no podría creer que es otra cosa, ya que éstas son las únicas sensaciones de que es susceptible.
No tiene ninguna idea de materia.
Que los filósofos a quienes parece tan evidente que todo es material se coloquen, por un momento, en lugar de la estatua e imaginen cómo podrían sospechar que existe algo que se parezca a lo que llamamos materia.
No es posible mayor imitación en los conocimientos.
Por consiguiente, podemos estar convencidos de que bastaría aumentar o disminuir el número de sentidos para que formuláramos juicios enteramente diferentes de los que hoy nos parecen tan naturales; y nuestra estatua, limitada al olfato, nos permite formarnos una idea de la clase de seres cuyos conocimientos son los menos extensos de todos."

Étienne Bonnot de Condillac
Tratado de las sensaciones


"Que un hombre alejado de mí cuatro pasos solamente se aleje ocho; la imagen que en el fondo de mis ojos se traza será la mitad más pequeña. ¿Por qué, pues, continúo viéndola poco más o menos de igual tamaño? La percibís enseguida, se me contestará, la mitad de grande; pero el enlace que ha puesto la experiencia entre la idea de un hombre y la de la altura de cinco pies en vuestro cerebro, os fuerza a imaginar, por un juicio súbito, que veis un hombre de esa altura, a ver efectivamente un altura tal. He aquí, lo confieso, una cosa que yo no sabría confirmar por mi experiencia propia. Una percepción primera ¿podría eclipsarse con tal rapidez, y un juicio reemplazarse tan repentinamente, que no se pudiera observar el pasaje de la una a la otra, aunque se le dedicara toda la atención? Por lo demás, que este hombre se aleje a dieciséis pasos, a treinta y dos, a sesenta y cuatro, y siempre de este modo: ¿por qué me parecerá que él disminuye gradualmente, hasta que por fin deje de verle por completo? Si la percepción de la vista es el efecto de un juicio por el cual he ligado la idea de un hombre a la de la altura de cinco o seis pies, este hombre debería desaparecer de un golpe de mi vista, o yo, fuese la que fuese la distancia a que se alejase de mí, debería seguir viéndole del mismo tamaño. ¿Por qué disminuirá más rápidamente ante mi vista que ante la de otro, aunque tengamos igual experiencia? En fin, que se fije esto: ¿a qué distancia exacta este juicio ha de comenzar a perder su fuerza?
Aquellos a quienes combato comparan el sentido de la vista con el del oído, y sacan consecuencias del uno para el otro. Por los sonidos, dicen ellos, la oreja es golpeada; se oyen tonos y nada más; por la vista, el ojo es conmovido, se ven colores y nada más.
Aquel que por primera vez en su vida oyera el ruido del cañón, no podría juzgar si ha sido disparado a una legua o a treinta pasos. Únicamente la experiencia puede acostumbrarle a juzgar de la distancia que hay entre él y el lugar de donde parte este ruido. Igual cosa ocurre, precisamente, respecto de los rayos de luz que parten de un objeto; no nos enseñan absolutamente nada tocante al sitio en que éste se encuentra."

Étienne Bonnot de Condillac
Ensayo sobre el origen de los conocimientos humanos


"Una idea errónea que se arraiga en el corazón humano, es como una mancha de aceite; tarde o difícilmente se borra."

Étienne Bonnot de Condillac












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