"Da la impresión de que vivimos otra vida. Lo que ocurrió antes del mes de octubre es tan distinto, tan diferente de lo que ahora nos rodea que cree uno haberlo soñado. Se extraña uno de poder comprender ciertas palabras, de realizar determinados actos que en nada responden a lo que nosotros somos. La humanidad que nos rodea está a ras de tierra (sin juego de palabras). Se piensa en comer, en dormir, en tener en lo posible calor y en estar seco, en no recibir golpes bajos, sino en darlos a quienes están ante nosotros. Ya no hay vida, es animalidad, en la que el instinto irreflexivo ha reemplazado a la inteligencia. Así que se siente uno sorprendido cuando la conversación ha cambiado por una palabra, se descubre haber discutido durante una hora de arte, de música o de filosofía. Y después, bruscamente, se vuelve a caer en la edad de la piedra."

Pierre Monnier


"En resumen, vosotros sois desconsiderados cuando clasificáis el pasado de los mundos visibles e invisibles, en la categoría del conocimiento de la historia de los pueblos, de las ciencias, de las filosofías, y de todos los hechos como ideas de un pasado muerto. En realidad, no hay pasado, porque la obra de Dios, que es eterna, se elabora en un presente constante; como Dios mismo, ¡ella es!"


Pierre Monnier




"Las trincheras se han convertido en una charca de barro. Mis hombres son verdaderas estatuas de barro en las que todo tiene el mismo color, cabeza, armas y cuerpos. Se pregunta uno de dónde saca la naturaleza humana la energía y la fuerza para resistir a una vida así."

Pierre Monnier



"¡Mamá, no temas a la muerte! Yo la temía a mi pesar… la ignoraba… era un rostro desconocido que yo me representaba cubierto de sangre. ¡Sí, la temía! ¡Pero cuando llegó, tenía un rostro claro que se parecía al tuyo! Me quedé dormido en sus brazos; ella me consolaba con una voz que tenía todas las inflexiones de la tuya. ¿No era la tuya, querida mamá, a quien se dirigía toda la ternura de mis pensamientos? Todo esto duró sólo unos instantes… ni siquiera el tiempo de tener miedo, te lo aseguro. El sentido de la responsabilidad, de las decisiones a tomar… la decisión de defender mi puesto ocurriera lo que ocurriera… después un gran golpe en el pecho y en la cabeza… como un puñetazo que me hubiera impedido respirar, pero no gritar mis órdenes a mis hombres… luego un vértigo… después… ¡nada más! Ni siquiera el sentimiento de la caída. Y de pronto, tu voz desesperada que exclamaba: ¡Pierre, Pierre, hijo mío! Y el despertar total para correr hacia ti… Yo estaba allí a tu lado y al lado de mi pobre papá, tratando de consolarte, y sin poder lograr hacerte comprender que estaba a tu lado."

Pierre Monnier


"Mis hombres caminan más o menos según mi idea, yo les dejo en paz en general, pero quiero que las cosas funcionen cuando lo pido. Ellos lo saben y nos sentimos muy bien juntos. Por otra parte los hombres aman en general a los oficiales que no temen ponerse manos a la obra y mostrarles su simpatía de mil maneras."

Pierre Monnier


"Mis trincheras se encuentran como a trescientos o cuatrocientos metros de los alemanes. Se lanzan injurias de las que Homero se ruborizaría y apuestas a rendirse, expresadas en términos respetables. ¡Y pensar que hay gentes que encuentran la existencia monótona y sin imprevistos! Yo les propondría de buena gana una cura de aire a mi lado, todavía hay en los bosques helechos para hacer una cama mullida y nuestra administración se ocuparía de darles una comida abundante, si no muy variada."

Pierre Monnier


"No puedo deciros nada sobre los acontecimientos futuros de la tierra fratricida, porque Dios no ha querido que el hombre conozca el futuro."

Pierre Monnier (oficial)
Dictado a su madre, La Sra. Monnier, una vez muerto



"Sí, soy yo el que te ha pedido que escribas. Creo que a través de este medio llegaremos a comunicarnos más fácilmente. Estoy muy contento de poder hablarte como antes… Yo lo hacía, pero tú no siempre me oías. Habrá a veces ideas que cambien tu concepción de las cosas, pero ciertamente, a medida que vayamos escribiendo, eso será menos frecuente. Tengo amigos que se comunican así con los suyos, de forma corriente y constante. Me aconsejan probar, esto se perfecciona con bastante rapidez. Deja tu espíritu completamente vacío de todo lo que puede preocuparte…"

Pierre Monnier
Dictado a su madre, La Sra. Monnier, una vez muerto




"Toda cosa creada actúa sobre toda otra cosa creada."

Pierre Monnier






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