"¡Amo esta cólera de Dios, el mal
misterioso, invisible,
por todas partes difundido;
en las flores y fuentes
con transparencias de cristal,
en los rayos del iris y en el cielo de Roma!
¡Y este cielo profundo, transparente,
tu pecho que respira acompasado,
y este cálido viento
que estremece las ramas,
este aroma de rosas,
y todo es sólo muerte!
¿Y quién sabe? Tal vez
en la naturaleza
los sonidos y aromas, las flores y las voces
sólo son los heraldos del último minuto
que deben endulzar nuestras torturas.
Tal vez el juez de nuestro sino,
cuando arranca a la vida los hijos de la tierra
cubre su imagen con ligero velo,
disfrazando el horror de su llegada."

Fiódor Ivánovich Tiútchev


Amo tus ojos

"Amo tus ojos, amiga,
su maravilloso y travieso centelleo
cuando los alzas de pronto, suavemente
y cual relámpago celestial,
lanzas la mirada en rededor…
pero un encanto hay aún más intenso:
los ojos, entornándose
en los minutos del beso apasionado
y –tras las pestañas caídas-
fatalmente anegados por el fuego del deseo."

Fiódor Ivánovich Tiútchev




Amor duradero

Brillas tierno en los postrímeros y
errantes días, en la despedida de la
puesta de sol, como la sombra que se abraza
al cielo.

Vagas como un resplandor en el Oeste,
retienes el día o mueres, prolongas
el encantamiento de ser paraíso y averno.

Mientras la sangre se diluye
embriagas el corazón de profunda ternura,
Eres la eterna esperanza para salvar y ser salvado. 

Fiódor Ivánovich Tiútchev




"Con la razón no se entiende Rusia,
No se la puede medir por el mismo rasero:
Su porte es especial,
En Rusia sólo se puede creer."

Fiódor Ivánovich Tiútchev


El último amor

"Más tierna es la pasión, más temerosa,
cuando, fugaz, la vida ya declina…
¡Alumbra, luz, alumbra generosa,
último amor, aurora vespertina!
Se va poniendo oscuro el firmamento,
y sólo allá en el poniente hay en su manto
un resplandor errante. ¡Oh, momento,
prolóngame la vida con tu encanto!

No importa que la sangre no caliente,
si el corazón no pierde la ternura…
¡Último amor, ocaso refulgente,
eres solaz y eres desventura!"

Fiódor Ivánovich Tiútchev




La imagen de la naturaleza

La naturaleza no puede ser imaginada como
un molde o una máscara sin alma. Está compuesta
de alma y libertad, de fehaciente expresión de amor.

Observa las flores que se adhieren al árbol, como
el niño crece en el vientre maternal, no como algo
ajeno o extraño.

Hay quien vive como si las olas del mar no
respiraran y los rayos del sol no hubieran sido
acogidos en sus alma. 

Fyodor Tyutchev




"No importa lo que la vida nos enseña,
el corazón cree en los milagros:
existe una fuerza inagotable
también una belleza imperecedera.

La decadencia terrestre
no tocará las flores sobrenaturales,
el calor del mediodía no secará
el rocío que hay en ellas.

Y esta fe no engañará
al que de ella vive,
no marchitará todo lo que aquí floreció,
no desaparecerá todo lo que aquí existió.

Pero esta fe es para pocos.
Solo conocerá el paraíso,
el que supo sufrir amando
en las tentaciones de la vida.

El que curó enfermedades ajenas
con su propio sufrimiento,
el que ofreció su alma por los demás
y soportó todo hasta el final."

Fiódor Ivánovich Tiútchev




“Qué tormento es no poder encontrar la palabra para expresar lo que uno quiere decir.”

Fiódor Ivánovich Tiútchev



"Sentada en el piso
revolvía el montón de cartas,
como a la ceniza enfriada
las tomaba con las manos y las arrojaba.

Tomaba las hojas conocidas
y las admiraba maravillada,
como las almas que miran desde el cielo
los cuerpos abandonados por ellas …

¡Cuánta vida hubo aquí,
vivida irrevocablemente!
¡Cuántos minutos dolorosos,
de amor y de alegría muerta!

Parado a su lado, en silencio,
listo para caer sobre las rodillas, –
me sentí terriblemente triste,
por esa amable inherente sombra."

Fiódor Ivánovich Tiútchev



Silentium

No hables, recóndito, y oculta
la forma de tu sueño, es tu sentimiento.
El arcano de tu espíritu les otorga
una gracia similar a las estrellas
en los cielos cristalinos, antes
de que la noche se difumine, borrosa:
deléitate y no hables.
¿Cómo podemos hallar la esencia del corazón?
¿Como discernir su locura?
¿Cómo distinguir su acelerado pulso?
Todo pensamiento, una vez pronunciado, es
incierto. Atenuada es la fuente que se agita:
bebe de ella y no hables.
Vive únicamente en tu ser interior
un mundo que ha crecido desde el alma,
cuya magia vela los pensamientos que
podrían ser cegados por la luz exterior,
ahogados por el ruido del día, inaudito...
canta y no hables. 

Fiódor Ivánovich Tiútchev



Tarde de otoño

Hay un encanto nostálgico
una suave y misteriosa ternura en el otoño.
Los árboles visten brillantes ramajes, las hojas
susurran sobre la tierra huérfana del cielo, que
velada y triste llora el abandono del sol.

La advertencia sombría y fría del viento aguarda
la tormenta. La sonrisa está condenada a desaparecer
en el advenimiento de la angustia. 

Fiódor Ivánovich Tiútchev














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